A dos meses de conocerse la condena de los asesinos de Fernando Báez Sosa, el estudiante de derecho masacrado a golpes en Villa Gesell, los condenados siguen en la alcaldía del penal de Melchor Romero.
Allí Máximo Thomsen, Luciano Pertossi, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi, pasan sus días aislados del resto de la población carcelaria y conviven en cuatro celdas de a dos.
Esta decisión de las autoridades penitenciarias, se da porque hay un temor generalizado de que sean víctimas de la violencia de los otros reclusos.
Además, y a pesar de lo que se había informado en un principio, donde estaba la posibilidad de ser separados en diferentes unidades penitenciarias de Buenos Aires, las autoridades no ven conveniente hacerlo ya que al quedar separados pueden estar expuestos debido a la trascendencia que tomó el caso.
En cuanto a la situación judicial, Hugo Tomei, quien oficia de abogado defensor de los rugbiers, al igual que los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García, apelaron ante Casación por lo que en los próximos meses podrían haber novedades sobre las condenas impuestas por el Tribunal Oral en los Criminal Nº 1 de Dolores.
Las condenas fueron dispares: por el delito de homicidio doblemente agravado por su comisión por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas en concurso ideal con lesiones leves, Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Matías Benicelli, Enzo Comelli y Luciano Pertossi recibieron la pena de prisión perpetua; en tanto que Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi fueron sentenciados a 15 años, ya que fueron considerados como partícipes secundarios del crimen de Fernando Báez Sosa.
La defensa de Hugo Tomei apeló en Casación y espera que se revea la situación de los condenados a perpetua. Por su parte, los fiscales quieren que Viollaz, Cinalli y Lucas Pertossi también reciban prisión perpetua.
