"Estoy llorando", es lo primero que dice "Betu" en su cuenta de Twitter. En la foto que compartió la joven de zona norte, hay cinco veteranos de Malvinas junto con un niño: Agustín Viraldez, de 6 años. Es el primer día de clases de "Agus" y en su guardapolvo tiene bordadas las Islas. Betu fue la que hizo el bordado. Vanesa, la mamá de Agustín, le envío la foto para que vea el impacto de su trabajo, que rápidamente se viralizó en redes sociales.
La historia empieza en Mendoza con Luis Gerardo Luna, soldado del Regimiento 11 de Las Heras. Luis falleció durante un entrenamiento en 1983. Su sobrina, Vanesa Luna, nació en 1984 y aunque no llegó a conocer a su tío, siempre se interesó por su historia en las Islas.
Tal es así que una "casualidad increíble" (así lo define Vanesa) hizo que en una visita que realizó a Buenos Aires hace casi 20 años conociera a Hernán Giraldez, otro "malvinero" de cepa. Es que el papá de Hernán, Mario, también estuvo en las Islas. Igual que Luis. No obstante, la casualidad no es que tanto Vanesa como Hernán tuvieran familiares que estuvieron en Malvinas, sino que Mario hubiera conocido al tío de Vanesa durante la guerra y lo recordara como si los años no hubiesen transcurrido.
Vanesa y Hernán se enamoraron y con el tiempo decidieron formar una familia, que empezó hace seis años luego de que naciera Agustín. Según explica Vanesa, "Agus" es un chico común y corriente. Hace algún que otro berrinche, ama ver películas y jugar en el barro. Hace tres años insiste en que de grande quiere ser doctor para "curar el corazón". También es atento, cariñoso y le encanta pasar tiempo junto a su abuelo Mario, ayudándolo con distintas herramientas en el patio. "¿Vamos a trabajar?", le dice el nene de 6 años al veterano cada vez que quiere compartir tiempo con él.
Pero una de las cosas que distingue a Agustín es su especial interés por las Islas Malvinas. "Vinieron unas personas a sacar un pedazo de tierra que está en Argentina. Así que fuimos a pelear y a defender esa tierra: así como cuando vos defendés tu cuaderno, tu lápiz o tu mochila. Pero no se pudo porque (los británicos) tenían más fuerza que nosotros". Así le explicaron Vanesa y Hernán por primera vez lo que sucedió hace casi 40 años a su hijo. Y cuando el niño entendió que su abuelo fue uno de los que defendió ese pedazo de tierra sacó su propia conclusión: "Es un héroe sin capa".
"Siempre quisimos que sepa nuestra historia. Es muy chiquito pero entiende todo. Cuando tenía dos meses, hubo un 2 de abril en Vicente López en el que mi suegro desfiló junto con otros veteranos. Desde ese día intentamos inculcarle estos valores", resalta Vanesa emocionada.
En el maternal, con un año, ya llevaba unas Islas en el pequeño morral donde guardaba sus cosas de higiene. De igual manera en el jardín, donde vestía un delantal que le regaló su abuela (la esposa de Mario), también con las Malvinas bordadas. Así que cuando hace 2 semanas, Agus se probó por primera vez su guardapolvo blanco para empezar la primaria en la Escuela N°5 de Florida, en Vicente López, pidió que -sin falta- las Malvinas estén allí.
El pequeño guardapolvo que emocionó en redes
"Quería que quede perfecto, así que no me decidía a quien encargarle el bordado", cuenta Vanesa. Finalmente, llegó a ver por Instagram los trabajos de "Betu" y quedó convencida de que el delantal de su hijo tenía que estar en sus manos.
Además, Betu entendió que se trataba de un trabajo especial, motivo por el cual le pidió a Vane compartir la foto del bordado en sus redes sociales. El impacto fue más que el esperado: la foto del guardapolvo y la historia de Agus contaron con más de 60 mil me gusta y 3000 retweets. Y esa viralización fue solo la primera, ya que luego Betu compartió una segunda foto.
En ella, Agustín estaba acompañado de cinco veteranos de Vicente López, entre los que se encontraba su abuelo Mario. Juntos, asistieron al primer día de clases del niño, no solo para ver como lucía las Islas en el guardapolvo sino también para escucharlo entonar el himno. Es que desde que tenía dos años, "el enano" (como le dice afectuosamente su mamá) tarareaba el Himno Nacional Argentino constantemente. Hoy lo canta casi a la perfección "a los gritos" y se emociona -especialmente- cuando exclama "o juremos con gloria a morir".
"Son enormes. ¿Sabés lo que fue ver a esos fenómenos en el acto? La cara de Agus en la foto dice todo".
"Malvinizar": un desafío para los chicos y los grandes
Cuenta Vanesa que para un cumpleaños, Agustín le pidió a su abuelo Mario una bandera de las Malvinas. "¿Qué niño pide una bandera como regalo?", se pregunta la madre del chico. El entusiasmo del nene de Vicente López por ese momento en particular de la historia argentina no es impuesto pero tiene que ver con un deseo de Vanesa y Hernán: malvinizar.
Luego de la derrota en las Islas, durante los primeros años del retorno de la democracia, la "desmalvinización" surgió como una reacción a todas las controversias que rodearon al conflicto. Con ella, el patriotismo se perdió por completo. Si bien el discurso se revirtió con el transcurso de los años, Vanesa y Hernán sostienen que debe seguir trabajándose en que Malvinas sea un tema que comiencen a comprender los más chicos y recuerden siempre los más grandes.
De hecho, la madre de Agustín desea que todos los guardapolvos tengan las Islas bordadas por ley. Cuenta que hizo algún que otro intento pero no consiguió ningún contacto para que el proyecto prospere. "No necesariamente las Malvinas tienen que tener una pegatina en un colectivo. Tienen que estar en todos lados. Uno como argentino tiene que llevarlo en la sangre y hablar del tema con mucho orgullo, lo haya vivido o no", reflexiona la madre de Agus.
Por ese motivo, todos los años Vanesa manda a estampar remeras especiales para su hijo de seis años. "Mi abuelo las defendió", dice una de ellas. Agustín -recalca- siempre la viste orgulloso.
Vanesa está embarazada hace tres meses. Agus a veces "resonga" por celos aunque constantemente va a darle besos en la panza a su mamá y afirma que el futuro integrante de la familia será varón. Mientras tanto, ella asegura que habrá un "malvinero" o "malvinera" más en la familia. Porque para los Luna y los Giraldez, recordar lo es todo.
