La macabra historia de la cárcel de Sierra Chica, la cárcel que preocupa a los rugbiers que asesinaron a Fernando Báez Sosa

Los ocho rugbiers acusados de asesinar a Fernando Báez Sosa fueron hallados culpables y su destino podría ser la cárcel de Sierra Chica. La historia del motín más sangriento que duró ocho días y aseguran fue “un infierno en la tierra”.
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Este lunes se conoció la sentencia para los ocho rugbiers acusados por el asesinato de Fernando Báez Sosa a la salida del boliche Le Brique, en Villa Gesell, en enero del 2020. Tras casi un mes, los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal Nº1 de la ciudad de Dolores dieron a conocer las penas para los imputados.

Los imputados fueron declarados culpables de haber asesinado a Fernando. Cinco de ellos fueron condenados a cadena perpetua, mientras que los tres restantes -señalados como coautores- recibieron una pena de 15 años.

En ese sentido ahora los ocho rugbiers imputados por el crimen de Fernando Báez Sosa, podrían llegar a ser enviados a la cárcel de Sierra chica, donde ocurrió el motín más sangriento de la historia. Además, los presidiarios de dicho lugar ya les hicieron saber que si llegan a parar ahí sus días no serán “nada faciles”.

Según se supo, esta semana, los ocho rugbiers oriundos de Zarate decidieron intentar cambiar el rumbo de sus destinos dentro de prisión y por eso pidieron biblias y la visita de un pastor, para intentar ingresar a pabellones evangelistas que se sabe que son más tranquilos y menos violentos.

 

La historia del motín sangriento de Sierra Chica

 

El 30 de marzo de 1996 un grupo de presos llamados los “Doce Apóstoles” tomaron 17 rehenes, mataron a ocho personas y cocinaron con carne humana. El suceso duró ocho días y ocurrió en la Unidad Penal Número 2 de Sierra Chica. 

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La idea de ellos era fugarse el sábado de Semana Santa porque era un día donde la seguridad era menos intensa. Pero al querer huir, los guardias respondieron abriendo fuego y se desató “un infierno en la tierra”. Todo terminó con los “doce apóstoles” entregándose a la justicia.

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