Mientras nadie lo vigile, el gato siempre se va a tomar toda la leche

Nota de opinión sobre temas locales
Mientras nadie lo vigile, el gato siempre se va a tomar toda la leche

¿Por qué aceptamos que los funcionarios confundan lo público con lo privado?

Porque han sido tantos los casos que lo hemos naturalizado.

¿Y por qué los funcionarios lo toman como lógico?

Porque creen que son los dueños del municipio y no nuestros empleados, como efectivamente lo son.

Esto sucede de manera mucho más acentuada en aquellos casos en los que alguien se adueña de un cargo de manera casi vitalicia. Todo se mezcla y está convencido que todo le pertenece, lo propio y lo que es de todos. Suponen que están un escalón por arriba de todos. Creen que no tienen que rendirle cuentas a nadie.

Y esta situación se ve acentuada porque desde hace muchos años la oposición es partidaria del laissez faire, o sea, dejar hacer… dejar actuar. Parece más cómodo que embarrarse en investigar, denunciar, enjuiciar.

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¿Décadas de mandato, con mil denuncias mediáticas y cuántos juicios iniciados? ¿Uno? ¿Ninguno?

Hace diez días este medio, “La Otra Cara de la Noticia” denunció que máquinas municipales habían trabajado en terrenos de la familia del secretario de Salud, Zenón Ponce. Nadie lo desmintió. Nadie.

Mientras tanto, la única acción llevada a cabo por el bloque de la oposición fue presentar un proyecto que será tratado mañana, 10 días después.

Diez días, tiempo más que suficiente para que el moccerismo encuentre la excusa perfecta para que un hecho que fue real, que sucedió, que está mal, quede en la nada.

¿Cuál va a ser la excusa? Porque ya no pueden negar lo innegable: las máquinas del municipio trabajaron en esos terrenos. Las pruebas son contundentes.

Intentemos adivinar las justificaciones: que Ponce ya había solicitado permiso y abonado la tarea. (Facturas y pedidos pueden aparecer como por arte de magia)

Que se hizo a cambio de alguna tarea previa que los Ponce le hicieron al municipio, lo cual es indemostrable, a no ser que Merlín haga aparecer algún acuerdo previo firmado…

Que en realidad los Ponce le hicieron una gauchada a la Municipalidad, que necesitaba probar la nueva maquinaria. 

O que la Municipalidad necesitaba tierra para nivelar el cementerio y de gauchada se la donaron. Casualmente justo cuando necesitaban limpiar los terrenos.

 Casualidad. Causalidad.

 

La pregunta del millón

 

¿Cuántas veces pasarán estas cosas sin que nada suceda y nadie se entere?

En Suárez los medios se dedican a otro tipo de periodismo, y no es criticable, cada uno hace su negocio como le parece y por eso la mayoría de este tipo de cosas no se conocen. Sobre eso no opino, la libertad es libre.

Pero estoy seguro que son situaciones casi habituales, casi cotidianas.

¿O nunca vieron un funcionario usando un vehículo oficial para cuestiones privadas?

¿O nunca se usó la Van del municipio para que algunos funcionarios vayan a jugar al golf?

Estas cosas pasan. Por eso en plena cuarentena extrema alguien organiza un asado para 70 personas en su campo. Aunque esté prohibido. Sería la fiesta de Olivos local. Pero sin multa ni condena social. Ni rebote de la noticia en ningún lugar.

Estas cosas pasan. Por eso una ruta queda inconclusa a metros del campo de un funcionario.

Estas cosas pasan. Por eso el Municipio se cree con derecho a bloquear en su página oficial a vecinos que no le caen bien.

Estas cosas pasan. Por eso cualquier funcionario de segunda jerarquía puede armar un Facebook trucho para atacar desde la cobardía a la oposición y no pasa nada. Es más, se lo premia con un puesto que no lo merece.

Estas cosas pasan. Por eso anuncian obras que nunca se hacen. Por eso se hacen obras sin sentido y sin necesidad. Por eso se realizan acciones no permitidas (El corralón es mío, ¿y qué?)

Estas cosas pasan. Por eso algún empleado tiene permiso para hacer trabajos particulares en su horario de trabajo y en una dependencia municipal. Hecho que se descubre gracias a unas inoportunas llamas.

Estas cosas pasan, por eso desde organismos oficiales se realizan tareas de suplantación de personas (trolls), con la misma tipografía y estilo que la comunicación oficial.

Y van a seguir pasando estas cosas. Hoy, mañana y pasado.

Seguirán pasando. Mientras se lo permitamos. Mientras les demos tiempo. Mientras con nuestra abulia permitamos que estas cosas sucedan.

La gente reclama más acción, hechos, no palabras.

Pero nadie le pone el cascabel al gato. Y el gato se toma toda la leche. Sea propia o de todos nosotros.

 

 

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