Una joven murió por un piercing en el labio que se infectó y le afectó el cerebro

Estuvo más de tres semanas en terapia intensiva tras ser internada por dolores de cabeza y fiebre. La joven falleció.
Una joven murió por un piercing en el labio que se infectó y le afectó el cerebro

Una joven brasileña de 20 años llamada Andressa Souza murió debido a una infección causada por un piercing que se hizo en el labio. Estuvo internada más de dos semanas en terapia intensiva en el Hospital da Vida en Dourados pero los médicos no pudieron salvarla.

Fue ingresada al hospital con fuertes dolores de cabeza y fiebre. Al principio los médicos lo atribuyeron a un caso de dengue, enfermedad que está teniendo un brote en la zona donde vivía la chica. La infección se debía en realidad a un piercing mal hecho en el labio.

La madre de la joven explicó: “Vimos que tenía la boca muy hinchada, no había como moverlo. Estaba tan hinchada que no había como sacar el piercing”. Los médicos explicaron que la infección se originó en el labio inferior pero rápidamente se extendió al torrente sanguíneo y al cerebro de la chica.

Después de 24 días ingresada en el hospital y una operación, murió.

 

Otra joven quedó parapléjica por la infección de un piercing

PUBLICIDAD

 

Layane Dias ya se había puesto un aro en el lado derecho de la nariz y quiso otro en el izquierdo. Pero esta vez las cosas no salieron como se esperaban: a los pocos días, parte de su cara se hinchó y se puso roja, luego apareció la fiebre.

A pesar de los síntomas, Layane creyó que no eran de gravedad así que se trató con crema la hinchazón en la nariz. Pero las cosas empeoraron a los días siguientes: a la fiebre se le sumó un dolor de espalda: su cuerpo era colonizado sigilosamente por la Staphylococcus aureus, una bacteria que consigue transmitir enfermedades a través de la sangre.

Las complicaciones de salud se acrecentaron con el pasar del tiempo, dejó de sentir sus piernas y fue internada en un centro médico de Brasilia.

Las semanas siguientes la joven vivió un infierno y tuvo que luchar para evitar a la muerte. Se sometió a una cirugía para retirar la pus que le comprimía la médula espinal y estuvo dos meses internada. Después empezó terapia y tenía la esperanza de volver a caminar.

“Lo que quiero es que tengan más cuidado. Que escojan bien el sitio en el que se lo van a hacer. Y que quienes hacen las perforaciones sean extremadamente cuidadosos con las medidas de higiene”, dijo en 2019. Hace seis meses se casó, pero sigue en silla de ruedas.

Comentar esta nota
Más de Salud