La primera panadería saludable para mascotas que ya tiene miles de clientes y revolucionó CABA

Rocío y Nicole son madre e hija y arrancaron un proyecto ambicioso, pero enfocado en la mejora en la calidad de vida de nuestros amigos de cuatro patas.
  • Madre e hija, al frente de la panadería saludable para perros y gatos. (Foto: Instagram / @chumbis.ok) Madre e hija, al frente de la panadería saludable para perros y gatos. (Foto: Instagram / @chumbis.ok)
  • Chumbis es la primera panadería saludable para mascotas. (Foto: Instagram @chumbis.ok) Chumbis es la primera panadería saludable para mascotas. (Foto: Instagram @chumbis.ok)
  • Hay decenas de productos de todo tipo para las mascotas. (Foto: Instagram @chumbis.ok) Hay decenas de productos de todo tipo para las mascotas. (Foto: Instagram @chumbis.ok)
  • Los clientes de Chumbis. (Foto: @chumbis.ok) Los clientes de Chumbis. (Foto: @chumbis.ok)
  • Hay diferentes alternativas de acuerdo a cada época del año. (Foto: Instagram @chumbis.ok) Hay diferentes alternativas de acuerdo a cada época del año. (Foto: Instagram @chumbis.ok)
  • Huevos de pascuas y pastelitos. (Foto: Instagram @chumbis.ok) Huevos de pascuas y pastelitos. (Foto: Instagram @chumbis.ok)
  • (Foto: Instagram @chumbis.ok) (Foto: Instagram @chumbis.ok)
  • La ”cajita Chumbis feliz” para mascotas. (Foto: Instagram @chumbis.ok) La "cajita Chumbis feliz" para mascotas. (Foto: Instagram @chumbis.ok)

“¿Te imaginás comer la misma comida todos los días de tu vida?”. Con esa premisa y la de brindar una alimentación más saludable a nuestros amigos de cuatro patas, madre e hija decidieron arrancar un emprendimiento que rompió con todo lo conocido: una panadería saludable para mascotas en el corazón del barrio porteño de Caballito.

Perros y gatos viven alrededor de 15 años y durante todo ese tiempo comen alimentos balanceados, los cuales los hay de todas las formas, sabores, especializados y orgánicos, para las diferentes etapas de la vida y patologías.

Sin embargo, aunque en menos proporción, hay otras opciones de alimentación saludable para nuestros amigos. Y esto fue lo que llevó a que Rocío y Nicole se lanzaran de lleno a trabajar de algo que les gusta, pero que además ayuda a concientizar a otros sobre los cuidados de nuestras mascotas. Así nació Chumbis.

 

Una opción más saludable

Nicky es periodista y Ro psicopedagoga y personal trainer. Sin embargo, su amor por los animales las hizo dejar todo por emprender con una propuesta única. Entre pan dulce, turrones navideños, galletitas, la famosa “cajita feliz”, huevos de pascuas y pastelitos, cada celebración especial del año tiene su versión para las mascotas.

Chumbis es hija de la pandemia, pero también de la necesidad de una mejor calidad de vida para las integrantes más especiales de la casa. “Nosotras decimos que nació por dos factores: el primero porque nuestro perrito Tadeo tuvo problemas digestivos toda la vida. Lo llevamos a todos los veterinarios, nos cambiaban de alimento y él seguía mal, terminaba internado siempre y era un perrito joven. Finalmente, una de las veterinarias nos dijo que probemos con alimento natural y con ayuda de una nutricionista para perros nos adentramos más en el tema”, detalló Nicole a TN.

El otro factor desencadenante se debió a, justamente, quien dio nombre al emprendimiento. “Después de dos años mi hermana adoptó un perrito de la calle, Chumbi. Él tenía un pasado muy feo y para el primer año de adopción empezamos a pensar qué regalarle y mi mamá tuvo la idea de hacerle una tortita”, explicó la joven.

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“Habíamos hecho muchas capacitaciones sobre alimentación natural y le hicimos la torta, compramos globos, nos sacamos fotos con Chumbi y vimos la carita de felicidad del gordo. Estábamos todos emocionados, su primer año en familia se había generado un ambiente muy lindo, así que mi mamá pensó la idea y dijo ‘podemos hacer esto’”, sumó.

Aunque con muchas dudas, las chicas empezaron a cocinar de a poco. Así, se hicieron una cuenta de Instagram donde compartían sus productos y rápidamente los pedidos comenzaron a llegar. “La gente no conocía mucho de lo que proponíamos, pero de a poquito fuimos creciendo, los pedidos eran por encargue y hasta ese momento cada una de nosotras tenía su trabajo aparte, pero la pandemia nos hizo frenar”, detalló Rocío.

“Llegó un momento en el que fuimos creciendo tanto que la casa estaba llena de cosas, teníamos manzanas por todos lados, huevos, los freezer en una habitación. No dábamos abasto y la gente quería ver qué otras cosas se podían llevar, entonces empezamos a pensar en alquilar un departamento para cocinar y despechar pedidos para despejar la casa”, agregó.

Así, comenzaron a contar en redes que iban a sorprender a sus clientes con una noticia especial, pero no se esperaban la respuesta de ellos. “La gente empezó a preguntarnos si íbamos a poner un local a la calle porque querían ir con sus perritos. No lo habíamos pensado y ese fue el empujón para encaminarnos para ese lado. Básicamente, no nos dimos cuenta, fueron ellos los que nos llevaron a abrirnos el negocio”, explicó. “Mamá me decía ‘¡Nicky vas a tener que renunciar a tu trabajo porque esto va a explotar!’. Yo tenía miedo, pero nos lanzamos”.

Y Chumbis se hizo realidad. En pleno corazón de Caballito ya hace dos años que el local es la estrella de la zona. “Se fue creando una comunidad muy linda con la gente, donde ellos conocen los nombres de nuestros perritos y nosotras los de los suyos. Lo más lindo es que tenemos ocho mil clientes, pero nos acordamos de todos, de las alergias de cada uno, de qué es lo que les gusta. Nosotras decimos que se creó como una pandilla”, comentó Nicky entre risas.

“Amamos a los perros, entonces estar al lado de ellos es un placer, nos cambió la vida”, agregó Ro. “Chumbis no surgió nunca con la idea de un negocio, surgió con la idea de concientizar sobre la alimentación natural. Hoy en día nos cuesta tomarlo como la parte fría del negocio, siempre fue la concientización, creemos que falta muchísima, pero cada cliente que entra acá se va con la cabeza llena de información”, sumó su hija.

En tal sentido, insistió: “A tu perro le estás dando un alimento que está lleno de químicos y todos los días de su vida es la misma comida. Básicamente lo estás sometiendo. Uno de los vetes que consultamos nos decía: ‘Ustedes elijan la galletita que más les guste e imaginen comer todos los días eso. El primer tiempo van a decir ok, qué rico, pero con los días no van a querer saber más nada’. Lo mismo pasa con ellos”.

Hoy la relación con sus clientes está más afianzada que nunca, pero tienen un pequeño inconveniente: “Los vecinos nos dicen que nos odian porque los perros se frenan en la ventana esperando algo, hasta cuando está el local cerrado”, destacaron entre risas.

“Chumbis no es un negocio, no somos nosotras dos, son todas las historias de todos los perritos que pasan por acá. Un perrito que se para en el mostrador con la baba correándose nos cambia la energía”, señaló Rocío. “Lo que nos proponemos siempre con mamá es que, aunque estamos creciendo muy rápido, no perdamos esa esencia, que siga siendo familiar. Acá viene gente de Ezeiza, Canning, Ramos Mejía. Hay otros que vienen de vacaciones del sur, de La Costa y nos dicen que aunque vengan por pocos días necesitan pasar a llevarse sus chumbis”, remarcó Nicole.

En el mismo sentido, Rocío manifestó en que “no se trata de un trabajo”, sino que es como “estar en el paraíso”, donde, a pesar del cansancio de estar en cada detalle del lugar y de cocinar durante todo el día, la satisfacción por lo que hacen es mayor. “Haciendo un balance, es mucha más la alegría que sentimos que todo lo que va por el cuerpo”, sostuvo.

Aunque explicaron que con los altos números de la inflación les cuesta no subir los precios, tratan de mantenerlos todo lo que pueden. “Queremos seguir estando en todos lados porque realmente lo hicimos muy a pulmón, con mucho amor y no queremos que ningún perrito se quede afuera de poder disfrutar algo que les gusta”, remarcó Nicky.

 

Combos, precios y cuidados

Para los argentinos, cada celebración del año tiene su plato especial y el local no escapa de esto. Es por eso que las chicas también buscan sorprender a los perros y gatos con opciones para ellos. “Hacemos la cajita navideña, el pandulce, turrón, las garrapiñadas, que son bolitas de hígado y zanahoria. Para el 25 de Mayo hicimos un matecito de carne, la yerba era una galletita de espinaca triturada, y la torta frita era galletita de zapallo”, explicó Rocío.

Para el mundial también hubo un plato especial: picada saludable. Además, lo hubo para las pascuas con un huevo de “chocolate” y para Halloween con galletitas de fantasmas. Otro producto que tampoco falta en épocas especiales es la chocotorta de algarroba y batata. “Tenemos una cajita de Chumbis feliz: una hamburguesa de carne sin grasa y papas fritas de manzana. Todo lo pueden comer porque todo saludable”, destacó.

Además del amor por los animales, las chicas aman cocinar así que esa fue otra excusa para sumar más productos al local. “Fueron surgiendo las ideas cuando comíamos una pastaflora y ya pensábamos hacerla en versión para perros”, indicó Nicole.

Todos los productos que venden en el local tienen un corto vencimiento, por lo que precisan, sí o sí, conservarse en la heladera. También, detallaron madre e hija, pueden freezarse para consumir más adelante. “Es casi como la comida para bebés”, indicaron.

En relación a los precios, desde $350 sale una golosina para mascota y los valores van hasta los $5000, costo de las tortas más grandes. Los combos de Navidad arrancan desde los $2300 y hay turrones a $1800.

El crecimiento del emprendimiento fue tal, que ya están pensando en sumar una opción muy solicitada, pero esta vez para los dueños de sus clientes. “Nuestro sueño siempre fue tener una cafetería “human friendly”, un bar para perritos con opciones para humanos. Con el local nos pasa que la gente nos pide que hagamos café y medialunas para ellos porque acá siempre huele rico y se quedan tentados”, señaló Nicky.

Es por eso que ya está en marcha este nuevo proyecto. “Nos estamos equipando para vender también versiones para humanos hechos por Fede, mi novio, que es chef profesional. Todo casero para que se mantenga la esencia del lugar”, concluyó.

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