Tiene 73 años, más de 60 causas y es cleptómana: la historia de la jubilada que no puede parar de robar

Para la Justicia de Mar del Plata, la mujer es inimputable porque padece un Trastorno de Control de los Impulsos que le produce la necesidad patológica del arrebato o del hurto de objetos.
El último ”golpe” de la jubilada cleptómana fue registrado por una cámara de seguridad. (Foto: gentileza La Capital).
El último "golpe" de la jubilada cleptómana fue registrado por una cámara de seguridad. (Foto: gentileza La Capital).

Una cámara de seguridad de un bar de la ciudad de Mar del Plata registró el momento exacto en el que le robaban la cartera a una mujer que ocupaba una de las mesas del lugar. Lo particular del caso es la ladrona: una jubilada cleptómana de 73 años que ya acumula más de 60 causas y que por su condición para la Justicia es inimputable.

 
Este último robo cometido por la mujer tuvo lugar el viernes pasado cerca de las 13, en un local ubicado en el cruce de las calles Güemes y San Lorenzo. En las imágenes, a las que accedió el diario local La Capital, se observa cómo la jubilada camina por el salón, se frena para ver la ventana justo atrás de la silla de una clienta, que comparte mesa con otras tres personas, y con naturalidad toma la cartera de la víctima, la pone junto a la suya y se va.

Según informó el mismo medio, el “prontuario” de la jubilada arrancó a mediados de los ‘90. Desde entonces, acumuló 64 causas penales, pero, aunque su nombre ya es conocido tanto por la Policía como en los tribunales marplantenses, la consideran inimputable.

La Justicia se basa en el informe de los peritos, según el cual la mujer padece de un Trastorno de Control de los Impulsos en la modalidad Cleptomanía, lo que le produce la necesidad patológica del arrebato o del hurto de objetos. En otras palabras, la jubilada no puede evitar robar.

“Hay un dictamen que asegura que padece un trastorno que hace que, aunque comprende la criminalidad de sus actos, no puede dirigir sus acciones”, explicó oportunamente a los medios Lucas Tornini, el abogado que la representa desde hace más de dos décadas.

Para los investigadores, los robos que comete son actos “bizarros”, sin estrategia ni mecanismos defensivos, que implican principalmente un riesgo para ella misma ante una posible reacción de las víctimas.

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De acuerdo a lo publicado por medios locales, la acusada es costurera y se dedica a confeccionar trajes para novias en Balcarce, pero actualmente está jubilada y vive de rentas.

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