Construido entre 1987 y 1991, Biosphere 2 originalmente tenía como objetivo demostrar la viabilidad de sistemas ecológicos cerrados para sustentar y mantener la vida humana en el espacio exterior como sustituto de la biosfera de la Tierra.
Situada en Oracle, Arizona, esta estructura masiva fue construida entre 1987 y 1991 y cubre un área de 1.27 hectáreas. La instalación era una especie de "microcosmos" diseñado para replicar varios ecosistemas de la Tierra.
El objetivo principal era experimentar y entender cómo funcionarían los diferentes biomas y sistemas de vida en un entorno completamente cerrado y sin influencia externa,algo crucial para misiones espaciales prolongadas y para comprender mejor nuestro propio impacto en la Tierra
Con este objetivo en su interior se crearon siete áreas que representaban ecosistemas:
Una selva tropical de 1900 m2, un océano con un arrecife de coral, un humedal con manglares, pastizales de sabana, un desierto, una zona agrícola y un hábitat humano donde vivirían 8 personas.
Vamos que crearon un pequeño mundo autosuficiente en su interior y seleccionaron, para la primera misión,a 8 personas que formaron parte del experimento en septiembre de 1991 y que permanecieron en el interior durante dos años sin contacto con el exterior
Se pretendía que fuera un ecosistema herméticamente cerrado donde varios biomas, 3000 especies de plantas y animales y una granja proporcionarían a los “biosferianos” todo el aire, el agua y los alimentos que necesitaban.
Pero después de un año, el oxígeno había disminuido a niveles peligrosamente bajos, la granja no producía suficientes cultivos y la tripulación se estaba asfixiando y estaba hambrienta.
¿Por qué? Con el paso de los meses, los cristales de vidrio disminuyeron la entrada de la luz, y además el tiempo no acompañó, ya que el cielo permaneció inusualmente nublado para la región debido al evento de El Niño.
Como consecuencia las plantas del interior redujeron su actividad fotosintética. A esto se unió la teoría de que el suelo enriquecido para los cultivos estaba sobrepoblado de bacterias que consumían oxígeno, por lo que el nivel de este gas descendió mucho más de lo esperado
Por consiguiente, empezaron a sentir los efectos de la hipoxia y varios de ellos desarrollaron apnea del sueño, falta de energía, desanimo y apatía. Huelga decir que en estos aspectos también influía el confinamiento voluntario al que estaban sometidos.
Empezaron a enloquecer.
Para resolver el problema, algunos miembros del equipo directivo bombearon oxígeno al edificio y utilizaron un “depurador” de CO2 sin revelar sus acciones públicamente.
Cuando salió a la luz la verdad, la misión perdió credibilidad entre los científicos y fue criticada.
Por no hablar de los conflictos entre ellos. Antes de acabar el primer año ya se habían creado dos grupos diferenciados. Todo esto fueron problemas de la primera misión, pero en marzo de 1994 se inició una segunda aventura que tampoco terminó bien.
La segunda misión, compuesta por seis personas (los de la foto anterior) fue aún peor. La convivencia fue insostenible.
Al final, debido a diversos problemas económicos y disputas, la misión se terminó prematuramente en septiembre de 1994.
Después de esto, el complejo fue adquirido por la universidad de Columbia y la de Arizona, como centro de investigación y pruebas, además de atracción turística para muchos. Este experimento nos muestra lo difícil que es crear nuevos “mundos”.
Esta es la historia del inquietante experimento (y fallido) Biosphere 2
Mar Gomez
