Se cumplen tres semanas del asesinato del colorista Germán Medina (33) en una peluquería de Recoleta, y el autor del homicidio sigue prófugo. Este miércoles se conoció que Interpol, la organización internacional de Policía Criminal, lo incluyó en su listado de notificación roja, en donde se encuentran los criminales más buscados del mundo.
Se trata de Abel Luis Guzmán (43), señalado desde un primer momento por el hecho, quien hasta ahora ha evadido a la Justicia, a la Policía y a unas 15.000 cámaras de seguridad que podrían haberlo tomado en el trayecto de fuga que estiman los investigadores que hizo.
"La notificación roja es una solicitud dirigida a las fuerzas del orden de todo el mundo para localizar y detener provisionalmente a una persona en espera de su extradición o entrega, o de una acción judicial similar. No es una orden de detención internacional", se destaca en la página de Interpol.
Los sospechosos son buscados por el país miembro solicitante o por un tribunal internacional. La mayoría de las alertas solo pueden ser consultadas por los organismos encargados de la aplicación de la ley.
"A petición del país miembro interesado, se pueden publicar extractos de una notificación roja si se considera necesaria la ayuda de los ciudadanos para hallar el paradero de una persona buscada o si esta plantea un peligro para la seguridad pública", se agrega.
En lo que concierne a nuestro país, trascendió que en los próximos días el Ministerio de Seguridad de la Nación ofrecería una recompensa económica para quien pueda aportar información sobre el paradero del asesino.
Impactante
Medina, colorista en la peluquería Verdini de Recoleta, recibió un tiro a quemarropa en la cabeza en la noche del 20 de marzo y murió casi en el acto. Los testigos y las cámaras del local permitieron la identificación de Abel Guzmán como el agresor.
El acusado, también peluquero y compañero de la víctima, escapó tras el ataque y nada más se supo de él. Al menos un par de videos del hecho trascendieron, y se ve al prófugo también persiguiendo a Facundo Verdini, propietario del lugar.
De acuerdo a las declaraciones, el crimen respondería a problemas laborales entre los protagonistas y a una acusación de Medina hacia Guzmán, por la supuesta utilización de formol en las clientas.
