El presidente Javier Milei participó este sábado de manera virtual en la presentación de un libro que se realizó en Paraguay y, a menos de cuatro meses de su asunción, deslizó por primera vez la posibilidad de buscar una reelección cuando termine su mandato. Además, el líder libertario se cruzó con un periodista al que acusó de insultarlo y faltarle el respeto.
A través de una comunicación virtual, Milei se prestó al diálogo con el periodista Eduardo Feinmann, quien presentaba en Paraguay su nuevo libro, titulado "Diez lecciones para salir de la trampa populista". Fiel a su estilo, Milei fue muy enfático en cada una de sus intervenciones, defendió el ajuste, al que calificó como "el más grande de la historia de la humanidad", y sugirió la posibilidad de ir, como permite la Constitución, por un nuevo mandato.
"Yo estoy acá por cuatro años, podría llegar a estar por ocho años, si la gente lo quisiera. La única forma de que no quede atado esto a una sola persona es con un proceso económico y político, pero también cultural. Recurrentemente saco temas, planteo discusiones, que no se logran entender en primer momento y después se entiende que estoy hablando de batalla cultural. Si hay alguien comprometido con eso, soy yo", sostuvo el Presidente.
Milei, que en una parte de la charla dialogó con el mandatario paraguayo Santiago Peña, habló durante varios minutos con Feinmann y también con el conductor local Jorge Torres. Molesto por una reflexión del periodista, Milei lo acusó de no estar "a la altura de poder dialogar con un presidente".
"Le pido por favor que no me insulte", se quejó el libertario ante la incómoda mirada de los periodistas.
Muy molesto por una "apreciación" del periodista, Milei salió al cruce: "¿Cómo se llama el otro panelista?", lanzó el Presidente. Feinmann se lo presentó como "un gran periodista de Paraguay". Pero el enojo del libertario no cejó: "Jorge, me parece que tu apreciación es absolutamente y hasta casi rayando la grosería".
Campos ensayó una defensa y sugirió que tal vez Milei no lo había comprendido. Lejos de bajar el tono, y visiblemente molesto, redobló la apuesta: "Le pido que sea más respetuoso al hacer un planteo porque ha sido profundamente ofensivo. Y le pido que no me insulte, lo entendí perfectamente. No es que yo no lo entendí, usted se comportó como un grosero".
Por otro lado, al insistir con la valoración de sus políticas económicas, Milei destacó que está haciendo "el ajuste más grande de la historia de la humanidad, documentado por el staff del FMI", y siguió: "No solo eso, sino que además he enviado un conjunto de reformas que la política está bloqueando".
En otro tramo de la presentación, Milei intercambió conceptos con su par paraguayo Santiago Peña, quien elogió su gestión y dijo que sería bueno que pudieran trabajar juntos por ambos países.
"Argentina en 1920 era una de las naciones más ricas del mundo, no medido en términos económicos, sino por el desarrollo, y Paraguay era una tumba a cielo abierto, un país destrozado por la guerra, y a lo largo de estos cien años hemos transitado caminos diferentes. Paraguay inició un proceso de recuperación y Argentina un proceso de destrucción", analizó Peña.
En esa línea, el mandatario paraguayo le dejó un mensaje a Milei: "Me encantaría, como te lo dije en privado, que Argentina y Paraguay puedan dar juntos esta lucha".
En ese ida y vuelta Milei destacó la consideración de Peña sobre "la decadencia argentina" y puso el foco en su crítica habitual al "modelo de la casta" y la "premisa socialista de que donde hay una necesidad nace un derecho". "El problema es que donde hay un derecho alguien lo tiene que pagar y mientras que las necesidades son infinitas los recursos son finitos", agregó.
Milei dijo que todos en su gobierno están "comprometidos con la idea de hacer grande nuevamente a la Argentina" y volvió a señalar que en los primeros días de gestión dispuso "mil reformas estructurales".
"Si todos esos instrumentos estuvieran en aplicación, en 20 años Argentina alcanzaría un PIB como el de Alemania”, vaticinó.
Ya en el final, Milei les dejó un mensaje a los empresarios y destacó que "Argentina es un strong vibe para la inversión de largo plazo y en infraestructura".
Milei, segunda vuelta: críticas al periodismo, optimismo para 2025 y el dardo contra Larreta
Por la tarde, el Presidente participó del cierre de la primera jornada de la conferencia que organiza el Centro Ayn Rand de Latinoamérica. El mandatario llegó al Paseo La Plaza, donde tuvo lugar la cita, bajo un fuerte operativo de seguridad e ingresó por el subsuelo. Después, vino una entrevista de poco más de una hora en la que profundizó su optimismo sobre su futuro político, sus críticas al socialismo y al periodismo y también le mandó un fuerte dardo a Horacio Rodríguez Larreta.
Unas horas después de deslizar la posibilidad de una reelección, marcó en el calendario que el año 2025 será clave. Y se mostró muy optimista para que los comicios de medio término le den un nuevo impulso.
"Vamos a hacer una gran elección en 2025 y no solo que vamos a mandar las reformas que quedaron pendientes en el medio, sino que además vamos a mandar las 3.000 que tenemos pendientes", le dijo a su entusiasmado auditorio, que pagó entre 40 y 250 dólares para ocupar un asiento en la sala Pablo Picasso de ese complejo de la calle Corrientes.
En el inicio de su intervención se mostró muy enojado con los medios de comunicación. "El periodismo es muy violento, agrede mucho. Y después, cuando uno le contesta, se victimizan y lloran censura. Pero bueno, los entiendo porque son parte del círculo rojo que perdió. Y entonces, como no entienden, agreden. Y pretenden que nadie les conteste. O sea, es una cosa de violencia simétrica", expresó Milei.
Más adelante, continuó por el mismo camino. "Cuando iba a Intratables era 15 contra 1. El kirchnerismo tiene el habito de hablarte encima. Entonces si no gritabas, no te imponías. Por eso, con esa pelotudina de la corrección política, ellos se quedaban con todo y nuestras reuniones se hacían dentro de un ascensor", rememoró sobre sus inicios en la TV.
En su discurso, como suele hacer, puso su mira sobre lo que llama "socialismo". "Es una enfermedad del alma, peor que el peor de los cáncer. Es el peor de los cáncer y es peor aun que el cáncer, porque es una enfermedad del alma", dijo Milei.
A la hora de mirar a su propio gobierno, elogió a Luis Caputo y negó internas. "Mi gobierno tiene tres líneas. La primera, la económica, obvio que con un peso fuerte por deformación profesional", bromeó el Presidente. "Pero lejos de ser una víctima, Toto Caputo creo que me quiere sinceramente", dijo sobre el ministro de Economía. Y añadió: "Afortunadamente, todo el gabinete nos llevamos muy bien y trabajamos muy bien todos".
Sobre el final, los organizadores le obsequiaron una escultura del dios Atlas, cuya figura sirve para titular el libro más conocido de Rand, "La rebelión de Atlas". Ese gesto descontracturó una charla en la que Milei nunca se sintió incómodo. Y sacó su cara más informal y, a la vez, la más despiadada.
"Ya te voy a mandar la foto con el atlas en el medio del despacho. Tengo una mesa grande en la Casa Rosada, eh", le dijo al artista ecuatoriano Walter Peter Brenner.
"También tengo el sillón de Rivadavia, esas cosas, pero no las uso. Es decir, sólo me saque la foto en el sillón. Trabajo en otro lado. No sé, como estuvieron todos los otros presidentes sentados ahí es como que me da cosa", bromeó con el público, que lo retribuyó con aplausos y risas.
Cuando tuvo que dejarle un mensaje a la audiencia, compuesta en parte por empresarios, desplegó un breve discurso sobre el enemigo. Y allí ubicó a Horacio Rodríguez Larreta.
"No hagan cosas que sean funcionales a nuestros enemigos. Hay que entender que el poder es un juego de suma cero. Y a veces uno cuando está en la función. Tiene que resolver con restricciones mucho más de las que uno cree y mucho más de las que se imagina", les pidió.
"A veces las peores críticas vienen de nuestro propio bando", siguió Milei. "Nuestros enemigos van a utilizar todas las cosas para rompernos".
Entonces sí le dedicó unos segundos al ex jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. "Una de las características esenciales con las que hacía política ese ser nefasto que es Horacio Rodríguez Larreta, que hoy la gente se dio cuenta y es el político con peor imagen de la Argentina, era que te buscaba amigos y te los hacía pasar al bando de él, vaya uno a saber qué herramientas tan fuertes tenía para convencerlos. Y esas personas venían y te pegaban. Que era la mejor forma de destruir. Entonces no les extrañe que nuestros enemigos recluten liberales que se muestran como liberales y lo único que hacen es atacar a los verdaderos liberales porque lo que están haciendo es otro negocio".
Fue un llamado de atención a sus seguidores por la eventual aparición de lo que llamó "tirapiedras del grupo propio".