Un baño de sangre, la calavera y un mensaje mafioso: el macabro ataque a dos mujeres en un búnker de drogas en Castelar

Las dos víctimas se encuentran en estado crítico. En tanto, el atacante, identificado como “Gordo Mario”, fue encontrado abrazado a una escopeta. El fiscal Claudio Oviedo investiga si se trató de un intento de doble femicidio en el marco de una venganza narco
La calavera hallada en el domicilio del ”Gordo Mario” deberá ser peritada para determinar si se trata de un objeto ficticio o si es real.
La calavera hallada en el domicilio del "Gordo Mario" deberá ser peritada para determinar si se trata de un objeto ficticio o si es real.

Mientras las dos mujeres atacadas de forma salvaje ayer miércoles a la mañana en una vivienda ubicada en la localidad bonaerense de Libertad continúan internadas en estado crítico en el hospital Eva Perón de Merlo, Infobae accedió a macabros detalles del presunto ajuste de cuentas por el cual las víctimas fueron baleadas por un hombre conocido en la zona como “Gordo Mario”. Según precisaron fuentes judiciales, se trataría de “un peso pesado territorial”.

Tal cual pudo constatar este medio, el hecho ocurrió el miércoles por la mañana en una casa de la calle Helvecia, casi en la intersección con Blasco Ibáñez. En el lugar, se encontraban reunidas dos mujeres de 34 y 35 años que se dedicarían al narcomenudeo en la localidad de Libertad, y otros tres hombres.

 De repente el “Gordo Mario”, el hombre para el que trabajaban, llegó al domicilio en horas del amanecer, se dirigió a la habitación donde se encontraban G.R., la dueña de casa, y su amiga, mantuvieron una fuerte discusión y se escucharon tres disparos, de acuerdo a los testimonios que los testigos le brindaron a la Policía. Luego de ese violento episodio, el atacante se retiró de la casa.

Al llegar al lugar del hecho, los agentes se encontraron con un “baño de sangre” en la habitación donde habían sido baleadas G.R. y su compañera, según confiaron las fuentes judiciales consultadas por este medio.

Los investigadores verificaron que ese inmueble ya tenía denuncias por venta de drogas y G.R., la propietaria, estaba apuntada como partícipe de esa actividad ilícita. Además, confirmaron que los testigos contaban con antecedentes penales.

Un dato que llamó la atención de los investigadores fue que tardaron unos 40 minutos en avisar a la Policía. “Se ve que en un principio intentaron manejar la situación sin dar conocimiento a la autoridad, pero la gravedad de las lesiones los excedió porque una de ellas se descompensó”, explicaron.

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Al ser indagados por personal policial, los testigos contaron que el agresor llegó al lugar con un camperón, en el que, suponen, escondía un arma. “Le dijo a G.R. ‘te traje algo para vos’. Luego fueron para una habitación, ahí se escucharon el griterío y los disparos, y el atacante huyó”, indicaron las fuentes.

Según precisaron fuentes cercanas al expediente, el ataque ocurrió en “una casa conocida por ser un punto de venta de drogas”, ubicada en el límite entre Libertad y Castelar Sur.

Con todas las evidencias y los testimonios recolectados, el fiscal Claudio Oviedo, titular de la UFIJ N° 5 del Departamento Judicial de Morón, solicitó a la jueza de Garantías Laura Pinto un allanamiento de urgencia en el domicilio del “Gordo Mario”, ubicado a cinco cuadras de la escena.

Una vez en el lugar, que tenía características típicas de un aguantadero, los policías hallaron al atacante en una habitación. “Estaba abrazado a una escopeta con municiones”, detallaron. El “Gordo Mario” fue detenido ahí mismo, donde además se secuestraron drogas, una balanza, papel film y una importante cantidad de teléfonos celulares que podrían ser robados.

En la vivienda también se encontró una calavera, la cual si bien debe ser sometida a las pericias de rigor, fue interpretada por los investigadores como un símbolo asociado a San La Muerte, un santo popular en el ámbito delictivo.

En cuanto al ataque contra la dueña de la casa, los investigadores consideran que el “Gordo Mario” intentó cortarle uno de los brazos. “Una interpretación que hacemos es que detrás de esa agresión hubo un mensaje de parte de él hacia ella. Y por lo que se pudo reconstruir, él le hizo un reclamo como que ‘te quedaste con algo mío, no me lo pagaste’”, consideraron.

Además, los investigadores contaron que, al momento del ataque, el detenido portaba una pistola calibre .22, que no fue hallada.

G.R. y su amiga fueron trasladadas al hospital Eva Perón de Merlo en estado crítico, y hasta este jueves a la mañana ambas se encontraban bajo pronóstico reservado.

Por su parte, el “Gordo Mario” continúa detenido y el fiscal Oviedo lo imputó por homicidio agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa, portación ilegal de arma de fuego de uso civil, tenencia ilegal de arma de guerra y tenencia de estupefacientes.

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