Apnea del sueño y obesidad: una combinación mortal que perjudica el bienestar

En el marco del Día Mundial del Sueño los especialistas dieron a conocer algunas sugerencias para reducir la apnea.
  • Las personas con apnea del sueño sufren interrupciones repetidas de la respiración. (Foto: Adobe Stock) Las personas con apnea del sueño sufren interrupciones repetidas de la respiración. (Foto: Adobe Stock)
  • La obesidad es una epidemia mundial y eso hace también que cada vez haya más personas que sufren apneas. (Foto: Adobe Stock) La obesidad es una epidemia mundial y eso hace también que cada vez haya más personas que sufren apneas. (Foto: Adobe Stock)
  • La gente que tiene SAOS pasa del ronquido profundo al silencio, o sea, interrumpe su respiración. (Foto: Adobe Stock) La gente que tiene SAOS pasa del ronquido profundo al silencio, o sea, interrumpe su respiración. (Foto: Adobe Stock)

Tener un buen descanso es fundamental para encarar el día a día, ya que, el mal dormir puede generar que no rindamos al cien por cien y puede ocasionarnos sendos problemas en nuestra salud. Este viernes se celebra el Día Mundial del Sueño para recordar la importancia del buen descanso y el Síndrome de Apneas Obstructivas del Sueño (SAOS) es uno de los trastornos que atentan contra él y es una de las patologías más frecuentes asociadas a la obesidad.

“La obesidad es una epidemia mundial y eso hace también que cada vez haya más personas que sufren apneas obstructivas del sueño (SAOS). Uno de los trastornos del sueño más frecuentes, la apnea es una dificultad respiratoria que ocurre mientras uno duerme”, detalló el Director del Programa Red Bariátrica, Dr. Guillermo Muzio, (M.N.103.786).

Muzio, quien además es cirujano bariátrico, explicó además: “La apnea significa que la persona deja de respirar por lapsos cortos o más prolongados, el resultado es una falta de oxigenación en el organismo que genera un desgaste en el área ventilatoria y provoca un descanso más superficial ya que el organismo está alerta y no se permite una relajación y un sueño más profundo”.

Además, si las apneas son prolongadas, es decir que el paciente no respira por períodos más largos, aumenta el riesgo de un paro cardiorrespiratorio y una muerte súbita. Los riesgos asociados más importantes que presenta son la obesidad y el síndrome de apnea obstructiva del sueño, aclaró.

 

Las sugerencias para reducir la apnea

“Las apneas obstructivas pueden mejorar mucho o, incluso, desaparecer cuando la persona baja de peso y eso permite un cambio sustancial en la calidad de vida. Hay que saber que la cirugía bariátrica es una gran respuesta a este combo porque esas cirugías logran un descenso de peso sostenido y resuelven las enfermedades metabólicas asociadas puesto que son procedimientos quirúrgicos que disminuyen el apetito, aumentan la saciedad y reducen la absorción de calorías”, señaló el médico.

PUBLICIDAD

Asimismo, añadió: “Si bien no todos los casos de SAOS se dan en gente obesa, se estima que entre el 40% y el 90% de las personas con obesidad padecen algún tipo de apnea obstructiva y que entre el 50% y el 70% de pacientes con SAOS presenta obesidad”. Un estudio publicado en la revista The Lancet en 2019 sirve para entender el impacto de este trastorno en cantidad de afectados: alrededor de 1.361 millones de personas de entre 30 y 69 años en todo el mundo conviven con esta alteración del sueño (cerca de 936 millones son cuadros severos y 425 millones, moderados), por ello la importancia de cuidarse, comentó Muzio

 

Por qué se relacionan las apneas con la obesidad

El especialista indicó que la relación de las apneas de tipo obstructivo con la obesidad es de ida y vuelta. “Por un lado, se ha demostrado que a mayor índice de masa corporal, mayor gravedad de las SAOS. Por otro lado, menos horas de sueño predisponen para desarrollar obesidad y conspira contra la reducción de peso”, explicó y agregó: “La obesidad, sobre todo la severa y la mórbida, acumula también tejido graso en el cuello provocando una protrusión o el aplastamiento de las vías aéreas superiores al momento de dormir, lo que obstruye el paso del aire. Además, esta adiposidad aumentada en todo el cuerpo produce una compresión torácica”.

En tanto, añadió: “Las apneas conllevan complicaciones muy importantes. De hecho, la combinación de la obesidad mórbida y apnea severa aumenta aún más el riesgo de sufrir una muerte súbita. En los casos así de graves, requiere la utilización de un pequeño aparato que se llama Cpap, una máscara que se pone sobre la nariz y se sujeta por detrás de la cabeza con unas tiras elásticas. Es molesto pero aun así los pacientes lo prefieren ya que les permite mejorar el sueño y hasta bajan de peso”.

“¿Cómo es vivir con SAOS? Hay que pensar en gente que pasa del ronquido profundo al silencio, o sea, interrumpe su respiración. Son 10 segundos aproximadamente de falta de aire, en los que baja la saturación de oxígeno y puede derivar en un paro respiratorio seguido por un paro cardíaco. Esto es muy grave y es una de las cosas que más nos interesa resolver cuando pensamos en una intervención bariátrica”, aseveró.

 

Alerta sobre el SAOS

Según investigaciones médicas, la incidencia de SAOS se multiplica por 6 al incrementar el peso corporal un 10%. La buena noticia es que esa ecuación funciona en sentido inverso: bajar el 10% del peso corporal de una persona puede reducir hasta un 30% el índice de apnea.

El especialista en cirugía de la Obesidad y comorbilidades asociadas, detalló que esas consecuencias extremas, el SAOS, se entromete y perjudica la vida cotidiana: la persona puede dormirse incluso cuando está prestando atención, mientras trabaja o mientras maneja un vehículo; como tiene un sueño superficial, su organismo entra en una situación de estrés por falta de una buena oxigenación y no logra llegar a niveles profundos de relajación muscular.

“Por ello el descanso es muy pobre, por lo que comienza el día sintiendo que no durmió y queda vulnerable a lo que se denomina “hipersomnia diurna”, esto es, se queda dormida en cualquier momento y eso puede generar un riesgo de daño para sí mismo o para terceros. Otras implicaciones son que lleva a convivir con un estado de somnolencia constante, empeora la lucidez, y se afecta el carácter, ya que aumenta la irascibilidad y la irritabilidad”, concluyó.
 

Comentar esta nota
Más de Salud