Para sorpresa de pocos, Axel Kicillof se acercó a la localidad de Coronel Suárez con el firme objetivo de intensificar las críticas a la gestión de Javier Milei en el gobierno nacional. “Lo que se percibe del gobierno nacional es la insensibilidad y un profundo desconocimiento”, aseguró.
La frase la pronunció durante un discurso en la colonia alemana Santa Trinidad, de poco más de 1.500 habitantes. Hasta allí lo acompañaron dirigentes políticos de la zona, el ministro de Infraestructura y Servicios Públicos, Gabriel Katopodis; el subsecretario de Energía, Gastón Ghioni; y el intendente de Coronel Suárez, Ricardo Moccero.
El evento generó su propio ruido desde el mismo momento en que fue anunciado por el equipo de prensa de Moccero. Entre las “actividades” planeadas para el gobernador, se propuso un curioso acto: con las pompas propias del caso, se informó que Kicillof comenzaría la jornada en Coronel Suárez inaugurando un cajero automático.
“Axel Kicillof junto a Ricardo Moccero realizarán una serie de inauguraciones en Santa Trinidad”, anunciaba el flyer distribuido por los colaboradores del intendente de Coronel Suárez. El mismo estaba acompañado de una foto de propio Moccero junto al gobernador bonaerense.
De acuerdo a la comunicación oficial municipal, “el jueves 7 de marzo el gobernador de la provincia de Buenos Aires volverá a Coronel Suárez, donde llevará adelante una serie de actividades programadas, en donde se incluyen inauguraciones, que hacen a una mejor calidad de vida para nuestra comunidad”.
Lo que no se esperaban los funcionarios que esperaron con ansias la llegada de Kicillof, es que la comitiva del gobernador terminaría dedicando parte de la jornada a inaugurar un simple cajero automático en el Banco Provincia de la delegación de Santa Trinidad.
Pasadas las 10.30 de la mañana, el gobernador se acercó a un cajero automático pintado de verde y rodeado de una banda con los colores de la bandera argentina. Acompañado por el intendente y una vecina que portaba una camisa de mangas cortas veteada y un pantalón al tono, Kicillof cortó la cinta inaugurando el aparato. “Ahora Coronel Suárez tiene dos cajeros”, anunció Moccero, ante la mirada atónita de quienes presenciaron el curioso acto.
De esta forma, el extraño universo de las inauguraciones políticas a cualquier costo sumó un nuevo capítulo. Los trenes que no funcionan, las rutas que no conducen a ninguna parte, el intendente que inauguró una rotonda con tres gomas y las cloacas que nunca llegan a funcionar, estarán ahora acompañados por el costoso acto político del gobernador Axel Kicillof para inaugurar un cajero automático.
Resulta altamente probable que el gobierno provincial haya gastado más recursos en la inauguración per se, incluyendo el traslado de su frondosa comitiva al lugar, que en el cajero en sí.
