Así es el lugar donde se escondían los hermanos Romero, los últimos detenidos por el crimen de Umma

Miguel Pastor Romero Molinas, alias “Patoto”, y Guillermo Romero el “Paraguayo” Molinas se resguardaron en una casilla de Marcos Paz. Cómo llegaron a ese lugar y qué encontró la Policía.
  • Así es la casilla donde se escondían los hermanos Romero, los últimos sospechosos detenidos. (Foto: captura TN) Así es la casilla donde se escondían los hermanos Romero, los últimos sospechosos detenidos. (Foto: captura TN)
  • Los hermanos Romero Molinas, los últimos en caer presos. Los hermanos Romero Molinas, los últimos en caer presos.
  • Los hermanos Romero durmieron dos noches en una cama prestada de 2 plazas. (Foto: captura TN) Los hermanos Romero durmieron dos noches en una cama prestada de 2 plazas. (Foto: captura TN)
  • El lugar quedó revuelto tras el allanamiento. (Foto: captura TN) El lugar quedó revuelto tras el allanamiento. (Foto: captura TN)

Los últimos detenidos por el crimen de Umma Aguilera (9) se escondieron durante dos noches adentro de una casilla precaria de la localidad de Marcos Paz. El dueño del lugar habló con TN y mostró la pequeña habitación donde durmió junto a los jóvenes, sobre quienes jamás pensó que estaban siendo buscados por la policía.

Miguel Pastor Romero Molinas, alias “Patoto”, y Guillermo Romero el “Paraguayo” Molinas llegaron a esa propiedad gracias a la ayuda de un supuesto “amigo” que les consiguió el escondite a modo de favor.

“No me pagaron, no hubo efectivo, yo le hice un favor a un amigo que me dijo que le preste la casa a dos chicos. No sé de dónde los conocía, solamente me dijo que venían de paseo”, dijo Matías.

    
Así es el búnker donde se escondían los hermanos Romero

Se trata de una vivienda que tiene una dimensión de 15 metros cuadrados aproximadamente, un espacio muy reducido donde los Romero se quedaron por 48 horas.

La propiedad tiene un baño sin terminar, una cocina precaria con un horno que no suele utilizarse, y una sola habitación de 2 x 2, con una cama matrimonial y otra de una plaza. No hay muebles, Wifi y tampoco señal de cable.

Según contó Matías, los dos sospechosos durmieron en la cama de dos plazas y el dueño de casa en la otra más angosta. “No dormí tranquilo por dos noches porque no los conocía, solo estaba haciendo un favor”, sostuvo.

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Los policías que hicieron el allanamiento revolvieron todo el lugar para encontrar elementos que sirvan para la causa. Por eso, en las imágenes se pueden ver cosas tiradas en el piso, botellas de cerveza, ropa por todos lados y hasta un machete.

Si bien era la casa de un trabajador, los delincuentes lo convirtieron en una especie de búnker donde se pudieron esconder sin ser descubiertos, al menos durante dos días.

“Yo trabajo todo el día y vivo solo en ese lugar. Les presté un espacio para que se queden por un favor. Traté de preguntar quiénes eran, pero no me hablaban mucho. Desde que llegaron los vi con una actitud sospechosa, pero no sabía que los estaba buscando la policía”, aseguró Matías.

El hombre también contó que su amigo les dijo que “estaban de paseo” y que iba a ser temporal. Ahora esta persona deberá justificar su accionar en la Justicia. Según Matías, ya fue a declarar ante la fiscalía.

El dueño de la casilla teme que esta situación lo comprometa, pero aseguró que no fue cómplice. “Todos me conocen y saben que soy una persona trabajadora. Ahora me encuentro con todo esto y quedo como si fuera parte. Yo quise hacer un bien y me pasa esto. Yo no voy a hablar más con el que era mi amigo, lo que me hizo no se lo haría a nadie. Me involucró en un caso de esto, es imperdonable”, cerró.

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