El BCRA concluyó el primer trimestre de 2023 con un récord de ventas acumuladas para ese período en el mercado de cambios por USD 3.000 millones, muy por encima del anterior comienzo más negativo de año que había tenido la entidad por su participación cambiaria, en el período enero-marzo de 2018 (USD -2.040 millones).
Esta imposibilidad de acumular divisas para fortalecer el balance de la entidad se tradujo en un desplome de las reservas internacionales brutas en USD 5.533 millones o 12,4%, desde USD 44.588 millones del 30 de diciembre 2022 a USD 39.055 millones el 31 de marzo último.
Sin embargo, esa dinámica regresiva de las reservas hubiera sido más violenta si se tiene en cuenta que el último día de marzo el Fondo Monetario Internacional liberó Derechos Especiales de Giro (DEG) para la Argentina por unos USD 5.400 millones, tras la revisión de las metas del acuerdo con el Gobierno correspondientes al cuarto trimestre de 2022. Sin esos fondos las reservas brutas hubieran caído caído casi 11.000 millones de dólares.
El 30 de marzo, previo al desembolso del organismo multilateral, las reservas internacionales finalizaron en USD 36.563 millones, el stock más bajo desde el 26 de septiembre de 2022 (USD 36.317 millones).
Dicha caída de reservas de USD 5.533 millones en el primer trimestre es la segunda en monto para un comienzo de año, solo superada por la baja de USD 6.529 millones del primer trimestre de 2006, con una diferencia sustancial, pues se explica básicamente por la cancelación total de la deuda con el FMI el 3 de enero de aquel año, por 9.530 millones de dólares.
¿A qué se debe la salida de dólares tan intensa?
1) Sequía. El principal factor bajista para las reservas es la falta de agua que golpeó a la producción del agro en la campaña 2022/2023. A medida que avanza la cosecha de soja y maíz, la magnitud del daño se puede cuantificar. Proyecciones de la Consultora 1816 cifran en 37,4% la caída de producción en los tres principales cultivos (soja, maíz y trigo), con una pérdida de 44 millones en la zafra de este año respecto del año anterior, desde 108 millones de toneladas en el ciclo 2021/2022 a 73 millones de toneladas.
Según un informe del Ieral de Fundación Mediterránea, se espera que la caída productiva de los principales cultivos de la actual campaña se retraiga entre 35% y 45%, que dejaría pérdidas para el sector en torno a USD 20.900 millones, cifra equivalente a 3,3 puntos del PBI. En ese contexto, el Estado recaudaría vía retenciones USD 5.300 millones, que si bien representan una pérdida del 45%, sostienen la participación relevante de la renta agrícola en los ingresos públicos.
2) Dólar soja 1 y 2. El esquema de un tipo de cambio diferencial para las exportaciones de la oleaginosa y sus derivados industriales entre 30% y 35% más alto que el oficial mayorista catapultó el ingreso de divisas en septiembre y diciembre últimos, pues en esos dos meses el BCRA concretó compras netas en el MULC por USD 4.966 millones y USD 1.987 millones, respectivamente. El ingreso de reservas líquidas por casi USD 7.000 millones forzó el adelanto de ventas que, más dosificadas, se hubieran distribuido en el inicio del 2023. Esos dólares faltan hoy.
En el primer trimestre el agro liquidó USD 2.802 millones, un 65% o USD 5.100 millones menos que en igual período de 2022
3) Expectativa por el Dólar soja 3. Ante la posibilidad de una nueva etapa del dólar especial para las exportaciones del agro -que llega en abril-, las liquidaciones del sector en el mercado mayorista se hicieron esperar. La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) informaron que en el período enero-marzo el sector completó un aporte de USD 2.802 millones liquidados en el MULC -la más baja desde que hay registros-, con una fuerte caída interanual de 65% respecto de USD 7.926 millones registrados en igual tramo del año previo.
“El ‘dólar soja’ no solo provocó un adelantamiento de la liquidación, sino que también trastocó completamente los incentivos. Ante la expectativa de un nuevo tipo de cambio especial, la respuesta óptima siempre es esperar el montaje de un nuevo esquema cambiario para liquidar”, subrayó un informe de GMA Capital.
“Es importante ver qué monto pone como objetivo el Gobierno para estimar cuánto terminará teniendo que conseguir comprar la exportación, y cuánto vender el productor. Si el objetivo es muy alto, podríamos ver precios a la suba; pero viendo la expectativa del productor y la necesidad financiera, lo más probable es que la oferta exceda la demanda y veamos precios a la baja”, expresó Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.
4) Atraso cambiario. El Banco Central habilitó una suba del tipo de cambio oficial del orden del 18% en el primer trimestre, ligeramente debajo de la inflación que se aproximó al 20%. Esa utilización del dólar para comercio exterior como “ancla” contra la inflación termina como un mayor incentivo a las importaciones, en desmedro de las exportaciones. Una consecuencia directa de ese desequilibrio entre oferta y demanda de divisas en el MULC llevó también a la pérdida abrupta de reservas.
Ejemplo de ello es que Argentina continuó aumentando el déficit del saldo comercial con Brasil durante marzo y llegó a USD 393 millones, lo que implicó un crecimiento del 73,8% en relación con igual mes del 2022, cuando el rojo bilateral había sido de USD 226 millones.
“De esta manera, ya es el cuarto mes consecutivo en que se empeora el resultado comercial con Brasil. Este resultado exhibió el déficit comercial bilateral mensual más grande de los últimos cinco años y en un contexto donde el BCRA se encuentra en una delicada situación en materia de reservas, la situación enciente luces amarillas”, evaluaron los expertos de la consultora Abeceb.
5) Salida de depósitos. En las últimas ruedas operativas se registró en los bancos una merma del stock de las colocaciones de dólares en cuentas a la vista (caja de ahorro) del sector privado, se redujeron en marzo en unos USD 300 millones, a la zona de USD 16.000 millones. Esta caída afecta al monto bruto de las reservas, pues los depósitos en dólares que no se prestan a exportadores se contabilizan como activos externos en el Banco Central de la República Argentina.
“Los rumores de una pesificación de depósitos de entidades públicas, en medio de una situación crítica en las reservas netas, desencadenaron la mayor salida de depósitos en dólares desde la crisis de julio de 2022. Sin embargo, desde nuestra óptica el sistema bancario es sano: entre encajes y efectivo en dólares superan el 100% de los depósitos privados·, explicó GMA Capital.
“Se observó una importante reducción en las reservas brutas del BCRA -más específicamente en la cuenta ‘Efectivos Mínimos’- como consecuencia del retiro de depósitos en dólares por parte de ahorristas. Si bien, entendemos que, por el momento, no es un monto que deba preocupar, vale la pena destacar esta dinámica, ya que en caso de persistir puede tener implicancias más graves para el BCRA. Precisamente, los encajes de privados en dólares habrían caído cerca de USD 450 millones, un número que si se tiene en cuenta el stock actual de dólares del BCRA no se debe dejar de seguir”, aportaron desde el Grupo IEB (Invertir en Bolsa).