Suelto de cuerpo, irónico y sin escatimar críticas a Juntos por el Cambio, a la Justicia y a los medios de comunicación, el flamante jefe de Gabinete, Agustín Rossi, debutó en la Cámara de Diputados con un encendido discurso de tono partidario en el que enfatizó que la violencia política en la Argentina comenzó con la crisis del campo en 2008 y se agudizó el año pasado, con el intento de homicidio de la vicepresidenta Cristina Kirchner. En otro orden, el funcionario defendió la pesificación forzosa de los bonos dolarizados de los organismos públicos (entre ellos la Anses) que instrumentó el ministro de Economía Sergio Massa para contener el alza de la cotización de los dólares financieros.
“Es una herramienta más para tratar de combatir a la inflación. Hay 113 organismos que tienen bonos en dólares que no actuaban coordinadamente. El intento es operar sobre uno de los dólares, el de contado con liquidación. Porque cuando la brecha es muy alta termina impactando en la inflación”, sostuvo Rossi, quien rechazó que la operatoria sea perjudicial para el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Anses, como sostiene la oposición. “El Fondo va a tener una mayor rentabilidad en el futuro porque va a entregar bonos a 60 pesos pero va a recibir un bono de 100 pesos”, sostuvo.
Rossi se presentó ante la Cámara baja –un recinto al que conoce bien porque fue jefe de bloque del oficialismo durante ocho años- para dar su primer informe sobre la gestión; sin embargo, el funcionario dedicó la mayor parte de su mensaje a embestir contra la oposición, lo que exasperó los ánimos en Juntos por el Cambio.
“Lamentablemente el año pasado volvió la violencia política a la Argentina con el intento de magnicidio de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Este hecho de violencia política hubiese merecido una respuesta más contundente de la totalidad de la dirigencia”, dijo Rossi, lo que desató aplausos enfervorizados en su bancada y gritos de protesta de los opositores.
Rossi los cortó en seco. “Todavía estamos esperando la condena de la presidenta de tu partido”, le dijo al diputado de Pro Hernán Lombardi, en referencia a Patricia Bullrich, jefa de su espacio.
“Lo que sucedió con Cristina no es producto de la casualidad: para que haya existido alguien que le puso un revólver en la cabeza a Cristina, tuvieron que existir antes los discursos del odio. La violencia política en la Argentina está hace mucho, la violencia política empezó en 2008 con el conflicto agropecuario. Fue la primera vez que vi un cartel con la palabra yegua para referirse a Cristina”, arremetió.
El recinto se convirtió, entonces, en un griterío. Rossi parecía divertido ante la situación. “La verdad es que yo creía que venía con un discurso tranquilo. Mirá como los puse”, se despachó.
Lejos de presentar un “discurso tranquilo”, Rossi acicateó a los opositores al reivindicar las políticas más criticadas del gobierno de Alberto Fernández y el discurso del “lawfare” que hizo suyo la vicepresidenta Cristina Kirchner. Exaltó la gestión de la empresa Aerolíneas Argentinas -criticó a los opositores por impulsar una política de “cielos abiertos” en el país-; destacó la política de derechos humanos -”En un sector de la política argentina nunca se lee ni se escucha la palabra ‘dictadura”, sostuvo- y arremetió contra los medios de comunicación por “estigmatizar y propalar discursos de odio”.
“Los derechos humanos no son un curro. Un curro es los que no quieren reconocer los 30.000 desaparecidos porque no se animan a condenar el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976″, asestó el jefe de Gabinete, en alusión al expresidente Mauricio Macri.
Rossi apuntó, acto seguido, contra los libertarios. “El extremismo de derecha existe en la Argentina. Lo que sucedió con Cristina Kirchner no es producto de la casualidad. Si uno se queda con eso, se equivoca. Para que haya existido, existió antes una campaña de discursos del odio”, enfatizó.
Fue entonces cuando desplegó un cartel con una nota impresa del diario Clarín titulada “La bala que no salió y el falló que sí saldrá”. “Esto es un acto criminal”, acusó.
La bronca de la oposición y las ironías de Rossi
Al finalizar su mensaje, fue el turno de la oposición. Al momento de formular las preguntas, los legisladores descargaron toda su bronca contenida. “¿Realmente cree usted que la violencia política se agudizó el año pasado? Tirar 14 toneladas de piedra frente al Congreso (cuando se discutió la ley previsional en 2017), escupir en las fotos de opositores y periodistas, acusar a dirigentes del campo en 2008 de ser grupos de tarea de la dictadura, ¿esos no son discursos del odio?”, retrucó Fernando Iglesias, uno de los halcones de Pro.
Los opositores le reprocharon a Rossi su silencio en cuestiones acuciantes, como la inflación y el avance del narcotráfico. También, la falta de respuesta a varias de sus preguntas, como a cuánto asciende la doble pensión que percibe la vicepresidenta Cristina Kirchner -la oposición estima que superaría los $9 millones anuales-, cuándo se instrumentará el alza tarifaria de los servicios públicos -Rossi reiteró que la tarea de segmentación es compleja- y qué pasará con la empresa Edesur, apuntada por los reiterados cortes de energía en la Capital y el área metropolitana.
La violencia de la narcocriminalidad en Rosario y el canje forzoso de bonos de los bonos dolarizados de la Anses fue uno de los temas sobre los que la oposición volvió una y otra vez. “La deuda que salieron a comprar (en enero último) a 36, 37 pesos, en una acción aventurera del ministro de Economía, alcanza el paroxismo con esta decisión de hacer exactamente lo contrario ahora. En lugar de comprar, salen a vender. Lo más notable es que quieren pesificar la deuda, pero lo que hacen emitir deuda dolarizada a tasas extravagantes, disparatadas”, asestó Ricardo López Murphy.
Ante el acecho opositor, el jefe de Gabinete decidió tomar el guante. “Voy a hablar de la inflación. Esa que el expresidente Macri prometió bajar en cinco minutos. No la resolvió y la dejó en un 54%”, ironizó Rossi, quien advirtió que en la Argentina conviven cuatro crisis, “la pandemia, la guerra, la crisis de la sequía y la crisis que genera el endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional”.
“Ustedes llegaron al 54% sin guerra, sin pandemia y con una sequía menos grave a la actual y sin endeudamiento con el FMI. La pandemia generó inflación en todo el mundo, con el agravante de que aquí debimos mantener la actividad económica. Lo hicimos emitiendo porque los mercados de financiamiento internacional estaban cerrados por la deuda que ustedes contrajeron con el FMI”, retrucó.
Rossi sostuvo que, como consecuencia de la sequía -estimó que las pérdidas totalizarían unos US$13000 millones- y de la caída de reservas, el Gobierno debió apelar al canje forzoso de las tenencias dolarizadas de los organismos públicos para acortar la brecha con los dólares financieros. “Apelar a una devaluación hubiese alentado las expectativas inflacionarias”, defendió.
“Este mecanismo que diseñó el ministro Massa quizá lo tengan que utilizar ustedes si ganan las elecciones -advirtió-. Seguramente el año que viene vamos a estar mejor en materia de reservas porque habrá una mejor cosecha y habrá mayores reservas, pero la inflación seguirá siendo un problema”.
Sobre el avance del narcotráfico en Rosario, el jefe de gabinete -oriundo de esa ciudad-, destacó las medidas adoptadas por el gobierno nacional, las cuales se adoptaron -enfatizó- antes de la balacera al supermercado de la familia política de Leonel Messi. Entre ellas, la instalación de una delegación de la UIF en Rosario y el envío de 400 efectivos de seguridad. “Desde entonces se respira un mejor aire en Rosario”, dijo.
Las palabras del jefe de Gabinete no conformaron -como era previsible- a la oposición. “El 100% de los argentinos tienen la sensación de que este gobierno no tiene un plan contra el narcotráfico, y si lo tienen lo disimulan bárbaro. El narcotráfico crece no solamente en Rosario, sino en cada parte de la Argentina”, le achacó el jefe del bloque de Pro, Cristian Ritondo, quien acusó a los oficialistas de “relatar un país donde no viven la mayoría de los argentinos”. “Viven en ‘Albertolandia’”, asestó.
“Hoy el jefe de Gabinete dio una ´masteclass´ de posverdad. Apeló a la emocionalidad para convencer a los propios, por eso lo aplaudieron. Pero la realidad es la que estamos describiendo nosotros, aunque no les guste y griten”, sostuvo Mario Negri, jefe de bloque de la UCR.
“Hay fatiga social, bronca, descreimiento en toda la política. Desde que asumió Sergio Massa no pudo resolver el problema sino todo lo contrario, tenemos más inflación y más recesión. Tenemos 102 % de inflación, 43 % de pobreza, informalidad laboral mayor a la formalidad. Es un problema grave y todo ese no es por Macri, es por estos tres años y medio de gobierno del Frente de Todos”, cerró.