Final del Frente de Todos: Cristina Kirchner sin clamor, Sergio Massa sin chances y Alberto Fernández en campaña con reposo

El presidente hace reposo y sostiene su agenda desde Olivos con dirigentes para el armado nacional. Sergio Massa cristalizó su fracaso y busca plan B. La oposición empieza a conjugar candidaturas de unidad en el interior.
Final del Frente de Todos: Cristina Kirchner sin clamor, Sergio Massa sin chances y Alberto Fernández en campaña con reposo

El pesimismo gobernaba las oficinas del Indec ayer por la tarde, cuando tuvieron que contarle al presidente y después a la opinión pública que el costo de vida es del doble y algo más que hace doce meses. Como si hiciese falta investigar si el agua moja, el Gobierno confirmó lo que todo los que habitan Argentina saben sobre el disparatado aumento de todo, todo el tiempo.

Sergio Massa está "KO", como se dice en términos pugilísticos. Ayer fue el round 12 de los 15 de la pelea, y escupió el protector bucal tras la piña del 6.6%, que lo deposita como el ministro más parecido a Juan Vital Sourruille que haya tenido la democracia nacional en cuarenta años. No puede ser candidato y lo sabe, salvo que elija ser mascarón de proa para perder pero negociar internamente candidaturas de diputados y senadores en todo el país.

En diciembre de 1988 la inflación fue 6.9%, en enero de 1989 fue 8.9%, en febrero 9.6% y para abril ya era 33%, y 78.5% en mayo. No está tan lejos la realidad que heredó Jesús Rodríguez hasta que desembarcó el BONEX pujante del menemism. 

Cristina Fernández de Kirchner prosiguió con la estudiantina a cargo de su hijo y amigos, por lo que fracasó y el clamor duró lo que duró la ola de frio. La indeclinable imagen negativa de Cristina, únicamente en alza o sostenida por encima del 65% en el promedio de encuestas, obtura la posibilidad de que compita nacionalmente. Lo único que evalúan en el Instituto Patria es ser senadora en Buenos Aires, un experimento que la dejó de cama cuando Esteban Bullrich junto a Gladys González arrasaron en provincia y la dejaron entrar, pero por la minoría. 

Alberto Fernández está convencido de que puede jugar y su razonamiento lo cobija: Cristina con una imagen inadmisible en términos electorales, Massa homenajeando a Alfonsín en términos inflacionarios y los gobernadores orejeando un cargo que por ahora le queda grande a todos. Así y con 3.500 obras por inaugurar, el presidente se convence de que puede ser el candidato de un extinto frente que tendría que ser rebautizado para poder jugar. 

Las recorridas por Lanús y Entre Ríos se cancelaron, trabajará desde Olivos con atención médica y alta analgesia para que el viernes puedan intervenirlo. 

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