Las sospechas surgidas en los últimos días, finalmente fueron confirmadas. Los restos del submarino hallados en la provincia de Buenos Aires, a la altura de la localidad balnearia de Necochea, pertenecen a la Armada de la Alemania nazi. Así lo determinó la pericia realizada por un organismo italiano siete meses después de la aparición de la embarcación hundida deliberadamente tras la Segunda Guerra Mundial en 1945.
De acuerdo con el dictamen de la agrupación Eslabón Perdido, la Liga Naval italiana confirmó que el submarino es de origen alemán, un U-Boot tipo VII o IX. La pericia, firmada por Fabio Bisciotti, uno de los máximos expertos internacionales, especializado en identificación de sumergibles de la Segunda Guerra, coincide en líneas generales con el informe de la Prefectura Naval Argentina, según NA.
“Fue explotado deliberadamente”, afirmó Bisciotti, al recordar que esa era una práctica habitual cuando la tripulación de un barco, o de un submarino en este caso, se rendía para no dejar rastros. El experto italiano indicó que el casco se encuentra “semienterrado y con un alto grado de destrucción”. Y añadió que “en las fotos se destacan algunos detalles que pueden compararse fácilmente con las estructuras que representan el esqueleto de un U-Boot”.
Además, se identificó el periscopio, un elemento fundamental para cualquier submarino, ya que ese tubo -con lente de aumento- permite observar lo que sucede en la superficie, mientras la embarcación navega por debajo del agua. También detectó una parte característica del sumergible, al señalar que “se observa un cuerpo ferroso de una torreta submarina debido a algunas características como la forma distintiva atribuible a un deflector de la torreta de los U-Boot”.
En tanto, la Prefectura utilizó un vehículo a control remoto para tomar las imágenes del submarino nazi, aunque también participaron buzos tácticos en el operativo para identificar a la nave, que está ubicada a una profundidad de 30 metros, con restos diseminados en un área que tiene alrededor de 80 metros de largo por diez de ancho.
Según versiones que llegan hasta la actualidad, muchos oficiales nazis huyeron en este tipo de navíos tras consumarse el triunfo de los Aliados en la 2ª Guerra, y muchos de ellos habrían elegido a la Argentina como refugio, temporal o definitivo. Inclusive, otras versiones indican que hasta el mismo Adolf Hitler estuvo en el país, en contraposición a la información oficial, que indicaba que el líder nazi se había suicidado en Alemania junto a su pareja, Eva Braun, cuando su derrota era inevitable.