La reparación del Matadero de Epecuén, obra del arquitecto e ingeniero Francisco Salamone la cual semanas atrás fue vulnerada por activistas veganos a través de una pintada, se recuperó a su estado original en apenas tres días y ya luce su imponente fachada.
Desde el área de Turismo, Vanesa Neubauer, explicó que el trabajo de reparación se realizó con carácter urgente teniendo en cuenta las recomendaciones de los arquitectos especialistas en la obra de Salamone, quienes fueron indicando y evaluando el paso a paso.
“En cuanto a la reparación, si bien a las personas que aprehendieron en ese momento por haber sido responsables del hecho, se les aplicó una multa, la misma no se vio reflejada en la recuperación del Matadero, la cual se llevó a cabo con recursos municipales”, dijo.
La funcionaria explicó que la recuperación se llevó a cabo de forma rápida por dos razones, para no permitir que la pintura siguiera adhiriéndose a las paredes, y porque estaban en el marco de las marco de las vacaciones de invierno, y el monumento es un patrimonio muy observado, disfrutado y utilizado para fotografías por los visitantes.
“Tomamos medidas como agregar guardianes de la reserva, empleados municipales que dependen de guardaparques, que hacen prevención y seguimiento de los patrimonios más relevantes y también explican a los turistas qué se puede hacer y qué no”, dijo.
A su vez, indicó que se está reforzando una comisión de Patrimonio, integrada por distintas áreas municipales para poder desarrollar distintos Planes de Manejo dentro de la reserva, teniendo en consideración todos sus patrimonios.
“Se resguardan y se cuidan la obra de Salamone, la reserva, los patrimonios naturales como el sulfato, el fango, los árboles petrificados y las ruinas de Epecuén”, destacó Neubauer.
“No sabemos el monto real de la multa ni de qué manera la van a pagar los responsables del hecho pero sabemos que se les abrió una causa y no tuvimos más noticias de ellos”, reveló.
La idea fue, desde el primer momento, dejar al Matadero en las mismas condiciones que estaba antes.
“Fuimos guiados en el proceso y tuvimos un movimiento muy arduo para remover esa pintura lo antes posible. Se aplicó un gel especial, se hidrolavó muy lentamente y de forma minuciosa para no dañarla”, señaló.
Los hechos
Los activistas, un hombre y una mujer, llegaron desde Buenos Aires en tren hasta Pigüé en la última semana del mes de julio y desde allí viajaron a dedo hasta Epecuén, con la intención de realizar este mural sobre un patrimonio nacional que hace 35 años dejó de funcionar como frigorífico, afectado por la inundación. La Policía los aprehendió y luego pasó a manos de la justicia. La pareja fue liberada pero la causa penal sigue su curso y podría pagar una multa de hasta 100 mil pesos y hasta tener una condena de tres años en prisión.
