Cáncer y enfermedades respiratorias: las preocupantes consecuencias en las zonas donde se utilizan agrotóxicos

Medardo Ávila, médico pediatra y neonatólogo, coordinador de la red universitaria de Ambiente y Salud dialogó con MDZ Radio sobre las consecuencias del uso de agroquímicos en las plantaciones. "Las formas en las que las poblaciones agrícolas enferman o mueren se han modificado", sostuvo.
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La utilización de químicos para la distintas plantaciones es un tema de debate en la actualidad. Muchos especialista indican que esto ha llevado a consecuencias graves en la salud de la población. Por esta razón MDZ Radio dialogó con el destacado médico pediatra y neonatólogo, profesor de la Cátedra de Pediatría de la Universidad Nacional de Córdoba y coordinador de la Red Universitaria de Ambiente y Salud, Medardo Ávila; quién visibilizó las consecuencias de dicha práctica y advirtió lo grave que pueden ser para la sociedad. 

“Desde hace 20 años que tenemos un inconveniente en Argentina. Esto se debe a que nuestro país incorporó una forma de producir en la agricultura, que implica la utilización de semillas transgénicas, que han sido modificadas para resistir la presencia de agrotóxicos y de herbicidas. De esta manera, tenemos una producción agrícola que está impregnada de sustancias químicas, que matan yerba, yuyos e insectos que atacan los cultivos”, comenzó diciendo Ávila.

En este sentido, el especialista detalló que se ha ido generalizando el uso de este tipo de productos, que produce una nueva reacción de la naturaleza “para defenderse”. “La sustancia química que se suele utilizar en millones de hectáreas  para matar los yuyos y que crezca solamente la soja o el maíz transgénico, hace que surjan especies más resistentes al glifosato, por lo que los productores necesitan más químicos para controlar esos yuyos”, agregó. 

El especialista remarcó que desde que se empezaron a utilizar agrotóxicos en Argentina para la agricultura, su uso ha ido aumentando cada vez más: “Pasamos de utilizar 34 millones de litros en el año 1990 al año 2020 con 600 millones. El aumento es de casi 2000%, a nivel contaminación, es impresionante”.

Estas sustancias químicas, según advirtió Ávila, quedan en el ambiente. “Durante la época de fumigación, cuando llueve, hemos recogido agua con glifosato. Esto lo hemos estudiado en laboratorios del CONICET. Paralelamente a esta contaminación, las formas en las que las poblaciones agrícolas enferman o mueren se han modificado. La principal causa de la muerte es el cáncer. Hay pueblos donde el 50% de las personas mueren por esta enfermedad. También tenemos una mayor cantidad de gente que tiene asma, problemas reproductivos, niños que nacen malformados. Este problema está afectando a la población del interior del país, por lo que no tiene mucho eco.  Hay más de 400 pueblos que tienen prohibido fumigar con dichos químicos alrededor de la población para de alguna manera, protegerse de esta exposición”, remarcó.

Ávila, destacó que tanto investigaciones internacionales como nacionales, demuestran que hay un mayor riesgo de contaminación cuando se aplican dichos productos en las plantaciones. “En cultivos como en la soja y el maíz, es muy intenso el periodo de preparación de la tierra. Antes de sembrar, el 70% de la aplicación la hacen con herbicidas, y los campos quedan con un color grisáceo, ya que ha sido rociado con químicos. Luego se colocan las semillas transgénicas. Todos esos cultivos crecerán con residuos químicos, luego se quedarán en los alimentos. Una de las cuestiones más preocupantes es la utilización del trigo transgénico que está cultivado para ser consumido por nosotros como harina, fideos, etc. Esto es un peligro para la población”, añadió. 

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Por esta razón, según el especialista, nuestro país es uno de los lugares donde la gente está más contaminada en su organismo con agrotóxicos. “Está demostrado que esto genera un daño genético y alteración en las hormonas.  Nuestro cuerpo se defiende de ese daño, pero algunas personas no logran hacerlo y son las que se enferman. Es un riesgo en el que estamos sometidos todos y el único beneficiado es el agronegocio”, remarcó.

 

Un caso de cerca

“Uno de los casos más simbólicos es lo que pasó en Córdoba, en un barrio que limitaba con una plantación, que tenía 200 casos de personas que padecían cáncer. Se trata del barrio Ituzaingó. Esto terminó en un juicio, donde finalmente se condenaron a los aviadores y dueños del campo por poner en riesgo a la población.  Hay muchísimos amparos y órdenes judiciales por todo el país. Pero hoy no hay legislación provincial a nivel nacional, ya que predomina el lobby y se imponen los intereses del agronegocio. El mayor costo que tiene el productor hoy tiene que ver con los agrotóxicos. Hay otras formas de cultivo, pero necesitan más atención. Muchos países ya están tomando medidas por esta problemática”, cerró.  

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