El designado arzobispo de Buenos Aires negó ser kirchnerista: por la grieta "me han querido empujar para ese lado"

Monseñor García Cuerva dijo que tiene "otra postura" y destacó sus vínculos con referentes de Juntos por el Cambio.
  Malena Massa saludando la designación de Jorge García Cuerva como obispo de Santa Cruz y Tierra del Fuego
 Malena Massa saludando la designación de Jorge García Cuerva como obispo de Santa Cruz y Tierra del Fuego

El designado arzobispo de Buenos Aires y actual obispo de Río Gallegos, monseñor Jorge García Cuerva, aseguró este martes que tiene "otra postura", al rechazar cualquier identificación política con el kirchnerismo, como trascendió en algunos sectores tras la decisión de su nombramiento por parte del Papa Francisco. "En esta obsesión que tenemos con la grieta me han querido empujar para ese lado", lanzó en referencia a esos cuestionamientos.

Incluso, García Cuerva destacó sus vínculos con referentes del PRO, como la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal y Carolina Stanley, ex ministra de Desarrollo Social durante la gestión de Mauricio Macri, relaciones que -según relató- construyó en los tiempos en que era párroco de la villa La Cava, en la zona norte del conurbano bonaerense.

Las aclaraciones del designado reemplazante de Mario Poli como arzobispo de la diócesis porteña tuvieron lugar en el marco de una entrevista que concedió a LU12 de la ciudad de Río Gallegos tras difundirse por las redes sociales sus fotos con el ministro de Economía, Sergio Massa y su esposa, Malena Galmarini, haciendo la “V” con la que se identifican los justicialistas.

A la polémica por esas imágenes también se sumó la difusión de una homilía que pronunció en 2016 -siendo aún sacerdote-, en una durante una misa por un aniversario de la muerte del general Juan Domingo Perón, en la que reivindicó la militancia peronista.

Por culpa de "la grieta"


Sobre los supuestos "vínculos con el kirchnerismo...políticamente te aseguro que mi postura es otra, pero más allá de eso el vínculo que tuve ha sido muy cordial y muy de acuerdo fundamentalmente en la provincia de Santa Cruz", indicó García Cuerva, aunque evitó cualquier referencia respecto a las fotos con Massa .

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En esa línea, recordó algunas de sus últimas declaraciones públicas o sus palabras en el último Tedeum en la provincia el 25 de mayo críticas de la gestión del Gobierno nacional, especialmente en materia económica, social y de política sanitaria. "Han escuchado y han podido ver que soy muy crítico de algunas situaciones como la inflación, que digo que es el impuesto de los pobres", enfatizó.

Remarcó que sus vínculos con la dirigencia política se enmarcan en su convicción de que el Estado tiene que tener una presencia inteligente en los barrios y que, en muchos casos, "es el cura, el obispo, un interlocutor para que el Estado llegue y mejore la calidad de vida de la gente". Y añadió: "mi vinculo ha sido con ellos, con María Eugenia Vidal como gobernadora de la provincia de Buenos Aires, con Carolina Stanley como ministra de Desarrollo. De nuevo, me parece que es poner un cartelito un poquito apresurado".

Trazó entonces su propio razonamiento respecto a las críticas que recibió: "En esta obsesión que tenemos con la grieta, que uno esté de un lado o del otro, me han querido empujar para ese lado", acusó.

Rechazo a las críticas internas


Por otra parte, García Cuerva también fue consultado por las imputaciones que le hizo en las redes sociales el sacerdote Rodrigo Enrique Vázquez -expulsado del seminario de San Isidro, ordenado sacerdote en el obispado castrense, y también expulsado de allí y, finalmente, establecido en la diócesis bonaerense de San Nicolás-, quien le atribuyó ser terrorista y tener vínculos con el colectivo LGTB.

Tras señalar que hace 32 años que no ve a ese sacerdote y que "es un tiempo muy grande para atreverse a juzgar a otro y ponerle cartelitos”, negó abrazar la violencia revolucionaria al señalar que "mi papá es militar de la Fuerza Aérea, tengo un tío fallecido en Malvinas y me parece que es una cosa por lo menos apresurada expresarse de esa manera".

En cuando a su supuesto acercamiento al colectivo LGTB, el obispo explicó que trabajó con "un grupo de personas trans en el año ’98 tratando de ayudarlas a salir de la prostitución y poder insertarse en el mercado laboral con peluquerías y blanquería", y aseguró que se siente "feliz de esa experiencia". "Fue acompañar a personas que si hoy sufren, imagínense 20 años atrás lo que era la marginación y la discriminación .Algunas de ellas siguen siendo grandes amigas", destacó.

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