“La verdad es que la provincia de Buenos Aires, en términos educativos, está atravesando un desastre terrible. La peor crisis de la que tenemos registro y no es culpa del actual Gobierno solamente. Pero este Gobierno, entre los dos años de escuelas cerradas y la falta de políticas educativas para avanzar respecto de la crisis que generó la pandemia, está transformando la educación en uno de los peores fracasos de la provincia”; disparó Danya Tavela en el comienzo de la charla con MDZ.
Tavela es diputada nacional del bloque Evolución Radical en Juntos por el Cambio. Milita desde muy joven en el radicalismo. Es Contadora y Magister en finanzas públicas, docente universitaria, exvicerrectora de la UNNOBA (Universidad Nacional del Noroeste de la provincia de Buenos Aires), integrante de la Comisión de Educación de la Cámara Baja y mamá de Eugenia, una adolescente que cursa tercer año del secundario en la provincia de Buenos Aires.
En diálogo con MDZ, Tavela habló, desde su mirada de legisladora, docente y madre, del fracaso de las políticas educativas en la provincia de Buenos Aires y sobre qué puede pasarnos como sociedad si no hay un cambio profundo y real del sistema educativo, que prepare a las nuevas generaciones para un mundo cada vez más competitivo.
- ¿Kicillof, Sileoni y Baradel, por ponerle un nombre al sindicalismo docente en la provincia de Buenos Aires, quisieron tapar el desastre educativo tratando de eliminar la repitencia?
- Claramente quisieron mejorar y manipular las estadísticas, y la realidad es que hay un número de chicos que abandonaron la escuela que no lo puede determinar el Gobierno de la provincia. No hay un dato, no se sabe quiénes son esos chicos, no hay un plan para ir a buscarlos. La realidad es que el 50% de los chicos no termina la escuela secundaria y que, además, cuando vas a las pruebas Aprender caímos entre diez y once puntos de rendimiento respecto de las del 2018; eso es un efecto tremendo de cara a lo que sigue. Alguien que no termina la secundaria o que no tiene los conocimientos mínimos en matemática y en lengua no pueden avanzar en estudios superiores, no puede incorporarse al mundo productivo y no va a conseguir un buen trabajo. En definitiva, la provincia de Buenos Aires, en términos educativos, se transformó en una estafa de la que forman parte este tipo de medidas que generan situaciones ilusorias.
- ¿Qué es lo que proponés vos, desde el bloque Evolución Radical, en compañía con el resto de los bloques de Juntos para la provincia de Buenos Aires?
- Lo primero que hay que discutir es la escuela secundaria y volver a tener una escuela secundaria que prepare para el mundo del trabajo o para los estudios superiores. Este estilo de escuela secundaria en el que vamos pasando de 40 minutos a horas libres nuestro tiempo en el edificio, que es la escuela, no sirve, no los prepara para nada. Esa es la primera cuestión que hay que cambiar.
Esto tiene que ver con fortalecer los aprendizajes fundantes en la primaria y en la secundaria en matemáticas, lengua, literatura, ciencia y tecnología. No hay que seguir avanzando en mayor cantidad de cosas, sino profundizar en lo que realmente se demanda y se necesita. Articular un plan de terminar la secundaria con oficios. Tienen que tener la posibilidad de terminar la secundaria con un título, con un conocimiento que los habilite a insertarse al mundo del trabajo; tiene que ver con todos los oficios de la tecnología: operadores de telecomunicaciones, programadores, cursos o formaciones que se pueden hacer en el último año de la secundaria. Eso abriría la posibilidad de terminar la secundaria y tener un trabajo.
- ¿Cómo lo implementás, cuando en la provincia tenés un cuerpo docente que no está capacitado? Y las jornadas de capacitación, dicho por los mismos docentes, son una pérdida de tiempo porque no hacen nada...
- No son jornadas de capacitación docente, son jornadas de pérdida de tiempo. Son disfraces que le vamos encontrando a las cosas. La tercera cuestión, que es una de las tres cosas urgentes que hay que abordar, tiene que ver con la evaluación y acreditación de la calidad de las carreras de formación docente. Hay que jerarquizar la profesión docente. Un médico además de los siete años de formación universitaria pasa por un proceso de acreditación de calidad. La formación docente en Argentina no tiene ningún tipo de acreditación de calidad, eso hace que proliferen los institutos de formación docente de dudosa calidad con docentes que forman a otros docentes y que a su vez no están preparados para formarlos.
Después esos docentes son los que van al aula, con el agravante en la provincia de Buenos Aires de que frente al aula hay “docentes” que no hicieron las prácticas o no terminaron de cursar, porque no hay un cuerpo docente para cubrir suplencias. Con todo ese agravante es clave atacar el problema desde ahí.
- ¿Como docente jerarquizada, por haber sido vicerrectora de la universidad como la UNNOBA (Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires), en cuánto tiempo crees que se puede volver a jerarquizar la educación en la provincia de Buenos Aires?
- Revertir las crisis educativas lleva mucho tiempo, desde el día que implementás el cambio hasta que terminás, por lo cual son cinco o seis años. Pero en el medio hay cuestiones que pueden implementarse, que van resolviendo temas que pueden quedar establecidas como políticas de Gobierno. Cuando a mí me tocó ser secretaria de Políticas Universitarias durante el Gobierno de Mauricio Macri, parecía que en el sistema universitario argentino no se podía hacer nada y la verdad es que nosotros dimos dos o tres discusiones: una que tenía que ver con el acortamiento de las carreras universitarias; otra con las áreas de vacancia donde faltaban profesionales; y la otra con la formación de oficios de alta competitividad. La verdad es que, si vos me preguntás, ¿lo dejaste todo implementado? No, no pudimos, pero sí dejamos sentada la base en el sistema universitario de que ese era el camino, tal es así que el secretario de Políticas Universitarias que me sucedió, hoy ministro de Educación, Jaime Perczyk, las implementó y avanzó en ese sentido a partir de los acuerdos que se van generando.
El problema educativo es tan complejo y tan grande que tenes que tener primero como gobernador la decisión de poner gente que sabe y que conoce el sistema educativo de punta a punta. El sistema educativo no empieza y termina en el inicial, en la educación obligatoria, en el secundario; hay que conocer el sistema educativo de punta a punta, hay que generar diálogo intrasistema, entre todos los niveles. Además, hay que generar condiciones de diálogo, un ida y vuelta con el mercado. Esto no significa ser de derecha liberal, significa entender lo que el mercado está demandando. Si no lo que hacemos es tener a los chicos un montón de años en el sistema educativo sin que obtengan ningún resultado real.
- La última pregunta que te hago: ¿qué panorama le ves a futuro a la Argentina y la provincia de Buenos Aires?
- Si efectivamente no tomamos el desafío, me refiero a los líderes sociales, económicos y políticos, de transformar la educación, el futuro es muy limitado, porque los más preparados se están yendo y lo que nos va a quedar es gente que no puede ser competitiva en el mundo del trabajo. Aún cuando vos vengas y ordenes la economía, no tenés condiciones para el crecimiento, tenés condiciones para mantener lo que tenés; si sigue siendo un desorden, es un caos. Si vos ordenás la economía y no generás personas formadas, no tenes condiciones de competitividad en el mundo y no tenes posibilidades de crecimiento. Entonces no hay futuro, no es qué futuro percibís. Si no hacemos ese cambio no hay futuro.
- ¡Qué mensaje!
- Es terrible, es terrible para nosotros que somos papás de adolescentes.
- Que vemos cómo nuestros hijos quieren continuar sus estudios en el exterior porque acá no ven un futuro...
- Todas las semanas, y esto te lo digo con mucha tristeza, me afecta en lo personal porque a mi hija le quedan tres años todavía de secundaria, todas las semanas tengo una amiga o un amigo, o un conocido o una conocida que uno de sus hijos se fue al exterior con el pasaje de ida. Porque lo contrataron de un lugar, porque consiguió una oportunidad, porque va a ver qué onda, porque se fue un amigo, la verdad es esa.
Los chicos hoy no piensan que van a poder formar una pareja, lo que pensabas vos o lo que pensaba yo cuando estábamos estudiando. Te ponías de novio, formabas una pareja, te ibas a vivir juntos, alquilabas un tiempo, te comprabas la primera casa con un crédito, el autito. Bueno, eso era un progreso, era el progreso que esperábamos, no pedíamos un progreso diferente. Hoy nuestros chicos no lo ven.