La historia de “Panchita”, el mono carayá que le quitó la Justicia a la familia que lo crió

La historia de “Panchita”, el mono carayá que le quitó la Justicia a la familia que lo crió
La historia de “Panchita”, el mono carayá que le quitó la Justicia a la familia que lo crió

En las últimas horas se supo de los operativos que llevó adelante el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, que retiró dos ejemplares de mono carayá (Alluata caraya) de un local de comidas y en un domicilio de Carhué y Trenque Lauquen, respectivamente. En relación con el ejemplar hallado en Carhué, La Brújula 24 habló con una integrante de la familia que en su momento adoptó a “Panchita”, el nombre con el que todos en esa ciudad bonaerense conocen al ejemplar de carayá.

“Es un miembro más de la familia. La criamos con una mamadera hace 17 años y desde entonces vivía con nosotros. Jamás hubo problemas con ella. Venían turistas a Carhué y ella estaba en su planta, es cariñosa con los chicos y el que quería una foto con ella, la tenía. Nunca cobramos un peso y la conoce todo el mundo”, expuso Micaela durante el programa “Hora pico”, que conduce Marianela “Pipi” Romay.

“El martes a las 8 de la mañana llegaron tres móviles a nuestro local y nos llevaron a nuestra monita en una jaula similar a la que llevás a un gatito al veterinario. Fijate el vínculo que tiene con nosotros que mis abuelos se iban de vacaciones y a veces volvían antes, cuando ‘Panchita’ estaba triste y no comía”, indicó.

Micaela refirió que el personal que se llevó a la mona dejó una dirección del lugar adonde trasladaron al animal, en Córdoba, pero que en ese sitio nadie reconoce haber recibido a “Panchita”.

“Yo entiendo que es un animalito que no podemos tener, pero nosotros lo rescatamos en la ruta. Nunca pagamos por ella. Sólo fue que la encontramos y la cuidamos”, afirmó.

Micaela explicó que, con la idea de poder recuperar a “Panchita”, cuentan con el asesoramiento de un abogado y con “el apoyo de todo Carhué”. “La gente viene a ofrecer su firma para presentar un petitorio. Es un dolor bastante inexplicable. Mis abuelos hace unos años perdieron a un hijo y, ahora, perdieron a otro”, amplió.

PUBLICIDAD

“Si la regresan a nuestro hogar, nos vuelve el alma al cuerpo. Era un miembro más de la familia y nunca lucramos ni hicimos nada malo con ella”, concluyó.
 

Comentar esta nota
Más de Sociedad