Salud 27/02/2023 13:04hs

Cómo actúa la hormona afrodisíaca que podría tratar la pérdida del deseo sexual

Dos nuevos estudios revelaron que la kisspeptina mejora la respuesta a los estímulos sensoriales. Podría utilizarse para el tratamiento tanto en mujeres como en hombres.

El estrés puede dificultar la concentración en el sexo e incluso desencadenar cambios hormonales que disminuyen la libido
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Algunos factores psicológicos como baja autoestima, antecedentes de experiencias traumáticas, depresión, duelo y ansiedad pueden causar que el deseo sexual baje
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 Los científicos estudiaron los cerebros de los participantes para ver cómo impactaban los estímulos sexuales
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 El bajo deseo sexual cuando se prolonga en el tiempo puede convertirse en un trastorno
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 La falta de deseo sexual puede perjudicar a la pareja
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 El neuropéptido reproductivo kisspeptina podría ayudar a aumentar el deseo sexual 
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Dos estudios científicos, ambos reunidos en una única publicación en JAMA Network Open, encontraron que administrar kisspeptina puede aumentar las respuestas sexuales en mujeres y hombres que tienen trastorno de deseo sexual hipoactivo (TDSH), una condición caracterizada por un bajo deseo sexual que puede generar angustia y depresión.

Este tipo de trastorno afecta hasta al 10% de las mujeres y al 8% de los hombres en todo el mundo y puede generar fuertes impactos psicológicos y sociales. Los estudios fueron dirigidos por médicos y científicos del Imperial College London y el Imperial College Healthcare NHS Trust.

La kisspeptina es una hormona natural que estimula la liberación de otras hormonas reproductivas dentro del cuerpo. El equipo había demostrado previamente en hombres con deseo sexual intacto que la kisspeptina puede mejorar las respuestas a los estímulos sexuales y aumentar las vías cerebrales de atracción, independientemente de otras hormonas reproductivas como la testosterona.

Ahora, investigaron los efectos en mujeres y hombres con bajo deseo sexual por primera vez. Estos dos ensayos clínicos involucraron a 32 mujeres premenopáusicas y 32 hombres con TDSH. En ambos estudios, los pacientes se sometieron a una exploración del cerebro mediante resonancia magnética, así como a pruebas de sangre y de comportamiento.

La administración de kisspeptina mejoró el procesamiento cerebral sexual tanto en mujeres como en hombres, lo que resultó en efectos positivos sobre el comportamiento sexual en comparación con el placebo. Estos son los primeros estudios clínicos que exploran la capacidad de la kisspeptina para impulsar las vías sexuales en mujeres y hombres angustiados por su bajo deseo sexual.

 

Parte de la solución

Los investigadores creen que los resultados sientan las bases para tratamientos basados en kisspeptina para mujeres y hombres con TDSH. Alexander Comninos, del Departamento de Metabolismo, Digestión y Reproducción del Imperial College London, endocrinólogo consultor del Imperial College Healthcare NHS Trust y coautor principal del estudio, indicó: “El bajo deseo sexual puede ser angustiante y, por lo tanto, provocar desencadenar un trastorno”.

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El especialista agregó que “esto puede tener un impacto perjudicial en las relaciones, la salud mental y la fertilidad. Aunque es relativamente común, las opciones de tratamiento en las mujeres son limitadas, conllevan efectos secundarios significativos y, en algunos casos, puede ser perjudicial incluso intentarlo. Y desafortunadamente, estos tratamientos tienen una efectividad limitada”.

“Nuestros dos estudios proporcionan una prueba de concepto para el desarrollo de tratamientos con kisspeptina, ya que brindamos la primera evidencia de que la kisspeptina es una terapia potencialmente segura y eficaz tanto para mujeres como para hombres con un bajo deseo sexual. Además, en los hombres, demostramos que la kisspeptina puede tener efectos positivos no solo en el cerebro sino también en el pene al aumentar la rigidez”, continuó Comninos.

El investigador señaló que el tratamiento experimental fue bien tolerado tanto por mujeres como por hombres y no se informaron efectos secundarios, lo cual es crucial desde el punto de vista del desarrollo de fármacos. “Ahora planeamos avanzar para, con suerte, determinar el potencial de la terapia con kisspeptina en los trastornos psicosexuales, problemas sexuales que son de origen psicológico, como una libido baja inexplicable”, completó.

Waljit Dhillo, investigador principal del NIHR, también del Departamento de Metabolismo, Digestión y Reproducción del Imperial College London, endocrinólogo asesor del Imperial College Healthcare NHS Trust y coautor principal del estudio, agregó: “Estos estudios se basan en nuestro trabajo anterior para evaluar la efectividad de la kisspeptina y sus efectos estimulantes en términos de excitación y atracción”.

“Es muy alentador ver el mismo efecto estimulante tanto en mujeres como en hombres, aunque las vías cerebrales precisas fueron ligeramente diferentes, como era de esperar. En conjunto, los resultados sugieren que la kisspeptina puede ofrecer un tratamiento seguro y muy necesario para el TDSH que afecta a millones de personas en todo el mundo y esperamos llevar esto adelante en futuros estudios más amplios y en otros grupos de pacientes”, continuó el experto.

La investigación en mujeres involucró un ensayo aleatorizado entre octubre de 2020 y abril de 2021. El análisis de datos fue realizado por investigadores del Imperial del Colegio de Londres. Treinta y dos mujeres heterosexuales premenopáusicas (de 19 a 48 años de edad) completaron dos visitas de investigación, una para la administración de kisspeptina y otra para el placebo.

Los participantes completaron cuestionarios psicométricos antes y hacia el final de esta etapa para evaluar su estado de ánimo y comportamiento. Durante la administración de kisspeptina o placebo, los participantes se sometieron a una resonancia magnética funcional mientras veían videos eróticos y rostros masculinos para ver cómo se veía afectada la actividad cerebral. Se usaron videos de ejercicios no eróticos como control.

El equipo encontró que la kisspeptina mejoró la actividad cerebral sexual y de atracción en áreas clave del cerebro en las mujeres. También detectaron que las mujeres que estaban más angustiadas por su función sexual mostraban una mayor actividad cerebral potenciada por kisspeptina en el hipocampo (una estructura clave implicada en el deseo sexual femenino).

Además, cuanto más kisspeptina activaba la corteza cingulada posterior, un área clave del comportamiento del cerebro, en respuesta a las caras masculinas atractivas, los participantes informaron menos aversión sexual. Crucialmente, los análisis psicométricos revelaron que las mujeres reportaron sentirse “más sexies” durante la administración de la kisspeptina, en comparación con el placebo.

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