¿Por qué cinco perpetuas y tres participaciones secundarias? Las claves del fallo por el crimen de Fernando Báez Sosa

Cuatro puntos de los fundamentos: la planificación, la división de tareas, los 50 segundos y qué puede pasar hasta que la sentencia quede firme.
¿Por qué cinco perpetuas y tres participaciones secundarias? Las claves del fallo por el crimen de Fernando Báez Sosa

La decisión de los jueces María Claudia Castro, Christian Ariel Rabaia y Emiliano Javier Lázzari retumbó en la sala de audiencias de Dolores. Minutos después de que se conocieran las condenas a los responsables de la muerte de Fernando Báez Sosa (18), se conocieron los fundamentos del fallo de los que surgen algunos elementos clave.

 
Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi fueron condenados a la pena máxima. Blas Cinalli, Ayrton Viollaz y Lucas Pertossi, a 15 años, por ser considerados partícipes secundarios.

¿Por qué la diferencia en las condenas?


Los ocho imputados, entre los cuales algunos eran jugadores de rugby, llegaron a juicio detenidos con prisión preventiva y acusados de homicidio doblemente agravado por alevosía.

El tribunal agregó, además, el "concurso ideal con lesiones leves" por los golpes a Ignacio Vaudagna, Juan Manuel Pereyra Rozas, Juan Bautista Besuzzo, Lucas Begide y Tomás Agustín D'Alessandro. 


Según la argumentación de la jueza Castro advierte que "los ocho imputados se organizaron para atacar a golpes" a Fernando "por sorpresa y desde dos frentes sin que la víctima pudiera advertir lo sorpresivo del ataque".

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La jueza establece la primera diferenciación entre las participaciones. "Luego de ver el estado de absoluta indefensión en el que quedó la víctima inmediatamente después de recibidos los dos primeros golpes y el accionar de sus consortes, apoyaron a los coautores y, de acuerdo al rol que cada uno asumiría, prestaron una colaboración, si bien no imprescindible, lo suficientemente apta para favorecer la consumación del crimen", refiere respecto del rol de Lucas Pertossi, Ayrton Viollaz y Blas Cinalli, que pegaron "piñas y patadas a Ignacio Vaudagna, Juan Manuel Pereyra Rozas, Juan Bautista Besuzzo, Lucas Begide y a Tomás Agustín D’Alessandro" para evitar la asistencia a la víctima.

El plan


En sus fundamentos, el tribunal establece que "el plan originario" consistía en "atacar a golpes a Fernando Báez Sosa". Y que los ocho imputados se organizaron "para golpearlo brutalmente, en grupo, como en otras ocasiones".

Así, "se divide la acción en dos momentos. La golpiza producto del plan y cuando estaba en el piso inconsciente, cinco le siguieron pegando con la 'ineludible intención de matar'", opina la abogada Valeria Carreras. 

Los jueces consideraron por unanimidad que en esa planificación no hubo la misma responsabilidad para todos y estableció un punto fundamental: los cinco condenados a perpetua quisieron asesinar a Fernando.

"Si bien se trató de una secuencia que podríamos llamar dinámica, en el sentido que algunos se movían desde la parte de atrás del auto hacia el sector delantero, algunos de ellos permanecieron siempre alrededor de Fernando", explica el fallo. Y agrega que "mientras Fernando era ultimado, tres de los procesados, que veían lo que estaba sucediendo, colaboraron con los agresores directos, golpeando a algunos de los amigos que intentaron ya sea, disolver el conflicto o acercarse a Fernando".

Pero cuando estaba tendido en el piso, sin reacción ni ejercicio de defensa", Thomsen, Comelli, Benicelli, Ciro y Luciano Pertossi, "dirigieron su voluntad a matarlo aprovechándose del estado de absoluta indefensión en que ya se encontraba la víctima.

Después, con esa misma división de la secuencia, rechaza el pedido de pena subsidiaria de la defensa que, en última instancia, había solicitado que se entienda la muerte de Fernando como un "homicidio con dolo eventual".

"La situación para los acusados cambia cuando la víctima queda inmovilizada, semi inconsciente y a merced de los atacantes. La brutalidad de los golpes, que parte del grupo continuó propinándole hasta dejarlo sin signos vitales, me permite afirmar -asegura Castro- que en tales circunstancias, internalizaron, actualizando su propio conocimiento, y encaminaron su voluntad conjunta y en un todo de acuerdo, a darle muerte a Fernando Báez Sosa", justifica.

Sobre este punto, reconocen los especialistas, podría focalizarse la Cámara de Casación cuando las partes -según anticiparon- apelen a la sentencia. En off de record, abogados, fiscales y juristas coinciden en que las instancias superiores podrían rever esta calificación y atenuar las penas. "Tiraron la pelota para arriba", especulan haciendo referencia a lo elevado de las penas.

"A lo jueces de Casación no los conoce nadie, trabajan más tranquilos, más alejados de la calle", confían fuentes consultadas por Clarín pensando en una apelación que pueda ocurrir luego de esta instancia. La resolución en estas instancias suele demorar unos dos años pero, con la repercusión de este caso, quizá eso suceda antes. 

Los 50 segundos


Los jueces establecieron una cronología de los hechos en la que consideraron los testimonios de 87 testigos y los videos aportados por las cámaras de seguridad y de las filmaciones con teléfonos celulares de quienes presenciaron la agresión.

La "secuencia del ataque a Fernando Báez Sosa duró no más de 50 segundos", confirma. Así, organiza la cronología de los hechos según las pruebas presentadas en el juicio: "A las 4:44 horas, aproximadamente, Enzo Tomás Comelli lo golpeó por la espalda a la vez que Ciro Pertossi -en simultáneo- lo hizo de frente".

Y sigue: "Como consecuencia de tales golpes, Fernando Báez Sosa, cayó de rodillas al piso y luego, cuando ya se encontraba reducido, en el suelo y sin posibilidad de defensa, parte del clan criminal -Máximo Pablo Thomsen, Ciro Pertossi, Luciano Pertossi, Matías Franco Benicelli y Enzo Tomás Comelli- aprovechando el estado de indefensión en el que luego de los dos primeros golpes quedó la víctima, con claras intenciones de acabar con la vida de Fernando Báez Sosa, continuaron agrediéndolo brutalmente, con patadas esencialmente dirigidas a la cabeza y otras al cuerpo, como así también con golpes de puño".


¿Qué puede pasar hasta que la sentencia quede firme?


Diego Stratiotis, abogado penalista, profesor de derecho penal y autor, explicó a Clarín las instancias que quedarán hasta que la sentencia quede firme.

"Una vez que las partes sean notificadas, podrán interponer, -según los habilita el Código Procesal Penal de la Provincia de Buenos Aires- un Recurso de Casación en caso de interpretar que el tribunal ha aplicado erróneamente algún precepto legal o por un defecto grave del procedimiento".

Después de esa instancia, "y frente a la eventual sentencia que emita el Tribunal de Casación las partes podrán interponer lo que se conoce como Recurso Extraordinario por inconstitucionalidad, nulidad o inaplicabilidad de la ley ante la Suprema Corte de Buenos Aires", sigue Stratiotis.

Agotada esa instancia, todavía "podrían formular un Recurso Extraordinario Federal ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Recién ahí, con todos esos recursos presentado y resueltos, la condena quedará firme".

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