Salieron a la luz las pruebas que complican a los tres rugbiers que no hablaron durante el juicio por Fernando Báez Sosa: “A

El juicio oral por Fernando Báez Sosa ingresó a una etapa final y la mayoría de los rugbiers acusados pidieron declarar. Solo tres mantuvieron el silencio y varias pruebas los incriminan.
Salieron a la luz las pruebas que complican a los tres rugbiers que no hablaron durante el juicio por Fernando Báez Sosa: “A

El juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa tendrá su veredicto final el 31 de enero y hasta el miércoles anterior los ocho rugbiers acusados tuvieron la posibilidad de declarar ante el Tribunal N°1 de Dolores. Aunque algunos de ellos rompieron el pacto de silencio luego de tres años, los únicos que no tomaron la palabra fueron Enzo Comelli, Ayrton Viollaz y Matías Benicelli.

Sin embargo, hay fuertes pruebas que los complican en el juicio por ser partícipes de la golpiza que terminó con la vida de Fernando Báez Sosa a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell. Principalmente, declaraciones testimoniales de los amigos de la víctima y datos de los peritajes que se realizaron cuando fueron detenidos los acusados.

 

Manchas de sangre, testigos y cámaras de seguridad: las pruebas que incriminan a los rugbiers

 

Por un lado, el quiosquero que fue testigo del crimen, señaló que Benicelli arengó el ataque y en esta misma línea Tomás D’Alessandro, un amigo del grupo con quien salió la víctima a divertirse esa noche, también lo identificó. Según contó, Matías le habría dicho al joven de 18 años que asesinaron: “A ver si volvés a pegar, n*gr* de m*e*d*”.

A su vez, Tomás Bidonde, otro de los individuos que presenció la golpiza mortal, señaló al acusado como quien atacó a los amigos de Fernando Báez Sosa “para evitar que lo salven”. Luego, fue reconocido por su peinado según lo describieron y los efectivos policiales lo reconocieron en las cámaras de seguridad.

Cabe mencionar que también encontraron manchas de sangre de la víctima en la camisa que utilizó el rugbier esa noche. En cuanto a Viollaz, otro de los amigos de la víctima también determinó que arengó durante la pelea y otros señalaron que incluso fue “uno de los que hacían de barrera” para que ellos no tengan acceso al joven que era golpeado.

En cuanto al tercero de los rugbiers que no habló, Comelli, un amigo que salió con la víctima a bailar esa noche, Juan Bautista Besuzzo, lo reconoció como quien “lo sentó con un golpe” en la espalda a la víctima en medio de la golpiza.

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