El billete de $1000 cumplió cinco años y estiman que debería actualizarse con uno de $10.000

Es el billete más grande de la Argentina, pero pierde cada vez más poder de compra. En 2017, el papel que tiene impreso el hornero permitía adquirir US$56, mientras que hoy apenas US$6 al valor del dólar oficial.
  • Dentro de América Latina, el de $1000 es el billete de mayor denominación con uno de los peores poderes de compra medidos en dólares. Dentro de América Latina, el de $1000 es el billete de mayor denominación con uno de los peores poderes de compra medidos en dólares.
  • Si se lo mide por la cantidad de kilos de asado que puede comprar, en 2017 alcanzaba para 7,8 kilos y hoy, ni para uno Si se lo mide por la cantidad de kilos de asado que puede comprar, en 2017 alcanzaba para 7,8 kilos y hoy, ni para uno

El billete más grande de la Argentina, que es cada vez más chico en términos de poder de compra, cumple un nuevo aniversario. El hornero de $1000 ya debería casi multiplicar por 10 su numeración para mantener el valor que tenía apenas salió, el 1° de diciembre de 2017. Desde entonces, permanece como el de más alta denominación, a pesar de que la inflación lo erosionó casi por completo.

¿Qué pasó con el billete de $1000 desde aquel año hasta ahora? El ejemplo más claro es lo que sucedió en términos de dólares. En 2017, con el “hornero” se podía comprar US$56. Hoy, apenas US$6 al oficial y alrededor de US$3 al valor del blue.

Dentro de América Latina, de hecho, es el billete de mayor denominación con uno de los peores poderes de compra medidos en dólares. Por ejemplo, en Uruguay el billete de 2000 pesos uruguayos compra poco más de US$50. El de 100 reales (Brasil), US$19,29. El de 20.000 pesos chilenos, US$22,40. Todos muy lejos de lo que ocurre en la Argentina.

Si se lo mide por la cantidad de kilos de asado que puede comprar, en 2017 alcanzaba para 7,8 kilos y hoy, ni para uno (900 gramos). De hecho, según la última medición del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina, de entre una veintena de cortes, quedan apenas cuatro por menos de $1000: carnaza común, falda, osobuco y picada común.

En términos de litros de leche, el billete de $1000 permitía comprar 44,2 en 2017 y en 2022 solo cinco. En kilos de pan, pasó de 24,9 a 2,6. Y en litros de lavandina, de 61,31 a siete.

De cuánto debería ser hoy el billete de $1000

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La economista María Castiglioni, de C&T Asesores Económicos, actualiza año a año cuál debería ser la nueva mayor denominación para reemplazar el de $1000. Según su cálculo, ya se necesitaría uno de $10.000, ya que para actualizar el poder de compra que tenía el hornero en su momento a la actualidad se necesitan $9372.

En otras palabras, para comprar la misma cantidad de productos que adquiría el de $1000 en diciembre de 2017, hoy se necesitarían $9372.

“El billete de mayor denominación compraba casi la mitad de una canasta básica alimentaria para una persona en 2017 -un 47%-. En cambio, a fin de año alcanza para apenas un 4,5%”, señala Castiglioni.

“A pesar de que se han modernizado mucho los pagos, el hecho de que solo sirva para comprar un 4,5% de la canasta alimentaria complica transacciones y las encarece, porque el transporte de cada billete cuesta lo mismo, independientemente de su valor”, resume la economista.

En el mismo sentido, Federico Moll, de la consultora Ecolatina, explica que por la falta de reemplazo del billete de mayor denominación, los consumidores y los hogares pierden mucho tiempo para hacer operaciones sencillas. Otras consecuencias indeseadas incluyen la necesidad de los comercios de contar con máquinas para contar billetes como herramienta de trabajo y la excesiva cantidad de billetes para hacer un pago simple, suma Moll.

Además, la oferta se concentra mucho en el billete de $1000 por ser el de mayor denominación, lo que provoca que los más chicos estén en muy mal estado y se compliquen mucho más las transacciones, añade.

Cuánto cuesta no tener billetes más grandes


“No hay grandes razones para no cambiar el billete de mayor denominación. Se hablaba de desincentivar la economía informal, pero las razones para esa economía informal no cambiaron: tienen que ver con los marcos normativos y la presión impositiva, variables que solo empeoraron en los últimos años”, sigue Moll.

En ese sentido, Augusto Ardiles, exdirector de Casa de Moneda, calculó que la Argentina perdió US$639 millones entre 2008 y 2015, y US$168 millones en 2020 y 2021 por no haber emitido billetes de mayor denominación en esos períodos.

El ejercicio, detalla, está hecho emitiendo un billete de $200 en 2008, uno de $500 en 2012, uno de $1000 en 2015 y uno de $5000 en 2020. Esas oportunidades, sin embargo, ya se perdieron, y el salto hoy debería ser mucho mayor en caso de querer emitir billetes más grandes.

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