Carlos Alberto Mendiondo tiene 73 años, vive en Entre Ríos y es un piloto aerocomercial jubilado. En el año en el que se conmemoran los 40 años de la Guerra de Malvinas, decidió embarcarse en un viaje a las islas para rendirle homenaje a los caídos.
Lo hizo junto a siete amigos. Entre ellos estaba el sacerdote Sergio Jacob. El 7 de octubre llegaron a Río Gallegos y, al día siguiente, finalmente pisaron el archipiélago. Los acompañaba una imagen de la virgen Nuestra Señora de la Paz, bendecida en agosto por el Papa Francisco.
Visitaron el emblemático cementerio de Darwin. Cantaron el himno e hicieron un minuto de silencio. En ese lugar, los familiares de los caídos recuerdan a sus seres queridos. Un lugar donde fueron inhumados 237 soldados identificados de los 649 fallecidos.
También se dirigieron a la Catedral para ser parte de la misa del domingo y entregarle al sacerdote Ambrose Bennett la imagen de la virgen.
La visita de Carlos y sus amigos duró una semana. En esos días, afrontó con su tarjeta de crédito los gastos del hotel, la comida y el alquiler de un auto para recorrer las islas. Salió todo perfecto, hasta el regreso. La sorpresa se la llevó al llegar a su ciudad.
En el resumen de la tarjeta, encontró que le aparecía un cobro de impuestos como si hubiera realizado un viaje al exterior: un 30% del Impuesto País y otro 45% de las percepciones a cuenta de Ganancias y Bienes Personales.
Rápidamente, recordó que ese gravamen no le había aparecido en su último viaje realizado a Malvinas, en 2015.
Tal como lo indicaba la resolución N° 3609 de la AFIP, con fecha del 3 de abril de 2014, el artículo 1° establece: “Las operaciones efectuadas en o con destino las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur no se encuentran alcanzadas por la percepción del 35% dispuesta por la Resolución General Nº 3450 y su modificatoria”.
No obstante, la Resolución General N° 4664 del 15 de enero de 2020 y firmada por su entonces titular, Mercedes Marcó del Pont, no brinda detalles sobre los gastos realizados en las islas, sino que solo hace referencia al transporte.
“El régimen de percepción del impuesto (…) no resulta de aplicación para la adquisición de servicios de transporte terrestre, aéreo o por vía acuática que tengan como destino las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur”, explica la norma.
Entonces, Carlos envió un reclamo a Cancillería porque señaló que fue injusto lo que le ocurrió. Y desde el Ministerio reconocieron que se trató de un “error”.
“Cuando nos enteramos se tomaron cartas en el asunto, pero se derivó a la AFIP para solucionar el problema por una cuestión administrativa que tienen que resolver”, consignaron fuentes de Cancillería. Señalaron que “se trató de un error y que se va a solucionar a corto plazo”.
