Comenzó a desarmarse el relato alrededor de la denuncia contra Mauricio Macri por asociación ilícita y espionaje ilegal que tiene como querellante a Fabian De Sousa, socio de Cristobal López en el Grupo Indalo. Esa querella denunció a Macri e involucró a funcionarios y empresarios en acciones de espionaje y presión que, lejos de no haber sido comprobados en la causa, ahora toman un giro absoluto, como se venía anticipando.
Dentro de esa denuncia apareció una lista de teléfonos desde los que supuestamente se había actuado en la acción de espiar, presionar, desapoderar de bienes a los integrantes del Grupo Indalo.
Hoy esa historia tomó un color totalmente distinto. El Juzgado Federal Nacional en lo Criminal y Correccional 1 que está a cargo de María Romilda Servini llevó adelante la audiencia donde declaró el apoderdo de Marcodina S.A. que terminó reconociendo que esa empresa es la titular de muchos de esos teléfonos señalados como "sospechosos" por la querella.
Para que quede más claro, los teléfonos que supuestamente se habían denunciado como parte de esa asociación ilícita durante el gobierno de Macri en realidad pertenecen al call center de una empresa que se dedica a servicios médicos de emergencias a través de ambulancias y, como si fuera poco, que presta servicios para muchas empresas de la Capital Federal.
La causa, que está registrada con el número 16850/2019 y tiene como carátula “Macri, Mauricio y otros s/asociación ilícita. Querellante: De Sousa, Fabián”, suma ahora una particularidad que dispara un interrogante: ¿por qué la Justicia esperó a que se citara por cédula al apoderado de Marcodina SA para probar que muchos de los teléfonos que habían sido señalados dentro de la supuesta acción de espionaje y presión pertenecían a esa empresa cuando un fácil chequeo con las compañías de celulares y teléfonos hubiera demostrado la falsedad de la acusación? Otro punto extraño dentro de este relato que se va desarmando.
