Preventiva a un abuelo por abusar de sus nietos y pese a la “defensa” de su mujer

Confirmaron que seguirá en prisión, al menos hasta el juicio oral, el acusado de someter sexualmente a tres niños de su familia. La carta que presentó en la causa su esposa no fue tenida en cuenta por la Cámara Penal bahiense.
Preventiva a un abuelo por abusar de sus nietos y pese a la “defensa” de su mujer

La postura de su mujer, que presentó una carta de puño y letra en la causa para "defender" a su pareja y apuntar sospechas contra su hija, por un supuesto interés económico, no alcanzó para evitar que un abuelo continúe en prisión preventiva, acusado nada menos que de abusar de tres de sus nietos.

   La Cámara Penal de Bahía Blanca confirmó la medida que había sido dictada por la Justicia de Garantías de Tres Arroyos, ciudad donde se habrían cometido los delitos, en distintas fechas y modalidades, al menos desde 2008 en adelante, aunque todo salió a la luz a mediados del año pasado.

   De esa manera los camaristas Gustavo Barbieri y Pablo Soumoulou rechazaron los argumentos de Luciana Bellingeri, representante de la unidad de defensa oficial de aquella ciudad.

   La abogada planteó que debía considerarse la extinción de la acción penal por prescripción, por pasar más de 12 años de los hechos, y también advirtió que los relatos de los niños "tuvieron influencia familiar" por inducción de adultos y que existen fotos familiares, posteriores a los presuntos abusos, donde los chicos están "sonrientes y felices" junto a su abuelo.

   En ese marco, agregó la carta de puño y letra que escribió la pareja del acusado y abuela de los niños, quien aseguró que "...siempre sus nietas estuvieron con ella cuando se quedaban en casa..." y no descartó que hubiera "...una posible intención de su hija de quedarse con su casa, siendo que le costaba mantener a su familia...".

Testimonios objetivados

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   Analizada toda la prueba, la Sala I de la Cámara rechazó todos los argumentos y confirmó la preventiva del hombre. Y de esa manera llegará al juicio.

   "Considero que, más allá de que no se cuente con testigos directos que hayan presenciado los hechos denunciados, las declaraciones de las víctimas son objetivadas por distintos elementos de convicción reunidos en la investigación (teniendo en cuenta que las referencias de cada una de ellos robustece la de los restantes)", sostuvo la Cámara.

   Cada una de las jóvenes declaró en la cámara Gesell y dio precisiones de los hechos sufridos cuando fueron niñas.

   Las declaraciones fueron respaldadas por los dichos de la madre y los informes psicológicos, que dan cuenta de discursos detallados, coherentes y consistentes. 

   Una de las psicólogas destacó cómo la “importante movilización afectiva” dificulta “poner en palabras lo denunciado”, porque “aparece la angustia y la vergüenza”, aunque agregó que el tono emocional y el lenguaje corporal también “dicen” y reafirman criterios asociados a relatos verosímiles.

Testimonio de las víctimas

   Una de las adolescentes dijo haber sido abusada cuando tenía 6 años, en la casa de su abuelo y mientras su abuela no estaba.

   Fueron varios hechos, consistentes en manoseos y otros intentos más graves.

   Otra de las niñas también dijo que los ataques sucedieron entre los 5 y 6 años, en una oportunidad cuando le estaba dando de comer a unos animales en el patio y su abuelo "la quiso agarrar", y otra vez cuando "jugaba en una habitación con una muñeca".

   Ante la perito psicóloga, la denunciante confesó que siente incomodidad ante el contacto con varones. "Si me abrazan, es incómodo, se me vienen recuerdos que no son lindos a la cabeza".

   La tercer víctima relató que fue atacada durante una excursión veraniega en Claromecó, cuando estaban a la altura de un médano y, según su relato, el abuelo le bajó la malla y lo ultrajó, hecho que lo angustió al punto del llanto.

   Dijo su madre que para esa fecha el chico "se largaba a llorar todos los días" e incluso el niño en la cámara Gesell reconoció en ciertos tramos no poder contar lo vivido. "No me animo, me da vergüenza".

   Para llegar a la conclusión final, la Cámara resaltó "la coherencia que ha mostrado lo relatado por las víctimas sobre los hechos sufridos con aquello que surge de los testimonios de las distintas personas con las que hablaron sobre lo ocurrido y, también, con lo que surge de los informes periciales citados".

Podría recibir hasta 50 años

   Peligro. La Justicia también tuvo en cuenta los peligros procesales, contemplando que la pena en expectativa es de 8 años de cárcel de mínimo y 50 de máximo.

   Marco legal. La situación impide encuadrar el caso en alguno de los supuestos del artículo 169 del Código Procesal Penal (excarcelación) y, por otro lado, de haber condena no sería de ejecución condicional porque la sanción prevista es de "suma gravedad".

   Agravantes. Los jueces valoraron, como parte del riesgo para liberar al acusado, la corta edad de las víctimas, la reiteración de las conductas, las amenazas y expresiones de las que dieron cuenta algunas de ellas para persuadirlas de que no que contaran lo ocurrido.

   Finalidad. "La libertad durante la tramitación del proceso encuentra límites en cuanto se la relaciona con los fines del proceso penal; el denominado genéricamente 'peligro procesal' constituye un aspecto que legítimamente puede ser considerado", explicaron.

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