El Municipio de Coronel Suarez, nuestra casa común como ciudadanos, hace años viene en un proceso de sobreempleo y escasez de recursos presupuestarios para cumplir demandas paritarias, lo que genera las recurrentes seguidillas de huelgas paralizantes, encabezadas por caudillos sindicales de larga data, que obstruyen el normal desempeño de la labor administrativa, le pasa a Moccero, le paso a Palacio, es un fenómeno a todas luces estructural.
Un Municipio que tiene 1500 empleados para una ciudad como la nuestra, debe ser repensado.
Lo primordial es reducir la carga de los salarios y las cargas sociales sobre el presupuesto general, para poder liberar recursos actualmente destinados a esos fines y poder aplicarlos a propósitos más útiles al común de los ciudadanos como plazas, servicios públicos, tanque de agua nuevo con presión en verano, refaccionar y ampliar la red de cámaras de seguridad, solucionar la problemática del incendiario basurero a cielo abierto, mejor conocido como “la llama eterna de Coronel Suarez”, entre otros propósitos y proyectos potenciales.
Para poder lograr algunos de esos objetivos se necesita una Ordenanza de emergencia económica, para prohibir la contratación de nuevo personal en áreas no esenciales y donde haya empleo redundante, previo estudio de la estructura del organigrama y composición de las dependencias y las plantillas de empleados de las mismas, utilizando criterios de eficiencia y proporcionalidad de personal con la tarea a desarrollar; de esta manera se lograría reducir paulatinamente la cantidad de personal en áreas con sobreempleo producto de las jubilaciones, las renuncias y los sumarios administrativos de despido con justa causa, llevando su número a 1300, 1200, hasta encontrar el numero equilibrado de empleados para la tarea global a realizar por el Municipio.
Esas políticas deberían ser acompañadas por una modernización y digitalización de la administración, que le facilite hacer trámites desde el celular y sin necesidad de desplazarse por parte de los vecinos, lo que nos ahorrara contaminación y polución.
Por el lado de la recolección, habría que hacer una consulta popular, y que los ciudadanos se pronuncien sobre cual alternativa creen más conveniente: mantener un servicio de recolección estatal, con un nuevo reglamento basado en criterios de eficiencia y aseo urbano integral, o privatizar la recolección y que la misma la realice la empresa privada que gane el concurso de forma transparente y limpia, o sea, que entre todos contratemos la mejor empresa de recolección posible, y si la misma incumple las condiciones, se le rescindirá el contrato y se llama a un nuevo concurso.
Por su parte, el hospital debería ser objeto de gestiones con la Provincia de Buenos Aires, para transferirle al Ministerio de Salud la responsabilidad de administrarlo y financiarlo, exigiendo a la provincia que nos otorgue salud gratuita como lo hace en todos los rincones bonaerenses donde hay hospital provincial.
Así se termina la encuesta social, que oficia como sacar un certificado de pobreza para estar eximido de pago, o de lo contrario, no tener la encuesta y pagar el tratamiento como si se tratara de una clínica privada, pero en un hospital público. Además, el personal de sanidad, que tan castigado viene en estos últimos años, podría salir del Sindicato de Municipales, y pasar a tener su anhelado y merecido Sindicato de Sanidad. Ganamos todos.
Además, al reducir el gasto en salarios de municipales, podríamos invertir dinero en nuevos proyectos, como ampliar la oferta académica de la universidad suarense CREUS, para que los jóvenes puedan quedarse a estudiar en Suarez si así lo desean o los recursos económicos no les permiten hacerlo afuera, recordemos que muchas familias agradecerían ahorrarse los carísimos alquileres que pagan en Bahía, Tandil, Mar del Plata, La Plata o Buenos Aires. Asimismo, al tener accesibilidad a educación, nuestra ciudad podría aumentar la cantidad de recursos humanos calificados, dándole más eficiencia y dinamismo a la economía local en general.
Los suarenses tenemos mucho que ganar apostando por la educación, con solo reducir 60 sueldos municipales para pagar los honorarios de 30 cátedras docentes universitarias.
Por último, la importancia de ampliar el suministro de servicios públicos, especialmente gas y cloacas, porque el vecino que no lo tiene a disposición, tiene que pagar un atmosférico, que le recorta su ingreso, así como el vecino que no tiene gas tiene que pagar la tonelada de leña que orilla los 18 mil pesos, comprando una cada mes del invierno, mientras el gas es muchísimo más barato en el cuadro tarifario actual, aun a pesar de los aumentos de estos meses; liberar ese gasto de 18 mil pesos todos los meses es permitirle a cada vecino dar un salto en ingresos y calidad de vida.
Es urgente cambiar el paradigma en la administración de los recursos municipales, además de aprovechar el dinero de financiamiento total o parcial para obras públicas que nos llega de Nación y Provincia, tenemos que dar un paso concreto e irreversible en función de alcanzar la racionalidad económica en la administración municipal del dinero recaudado por el cobro de tasas y el recibido en concepto de coparticipación municipal.
Estas propuestas están a disposición de todos los partidos políticos, son para mi criterio la mejor política que podríamos realizar desde el Municipio, en el presente o en el futuro.
Anexo: Sobre los planes sociales y subsidios que paga el Municipio , Provincia y Nación hablaremos en una próxima entrega de esta columna de opinión.
Ernesto Nicolás Mazzucco.
