Argumentos para refutar las falacias kirchneristas contra la Boleta Única Papel. Por Ernesto Nicolás Mazzucco.

Argumentos para refutar las falacias kirchneristas contra la Boleta Única Papel. Por Ernesto Nicolás Mazzucco.

Somos testigos de un momento histórico, el proyecto de ley de Boleta Unica Papel ha obtenido media sanción favorable en la cámara de diputados el miércoles pasado, y será girado al Senado para su tratamiento en las próximas semanas o meses. 
Instrumentar este nuevo sistema de votación en las elecciones implica un enorme salto de calidad en la transparencia de los comicios, ya que es mucho menos propenso a ser viciado por prácticas fraudulentas o poco éticas como el robo de boletas y el conteo incorrecto de votos por falta de fiscales que puedan defender los intereses de sus partidos en las mesas de votación. Asimismo, termina con una maquinaria creada al calor del asistencialismo clientelar llamada “voto cadena” por el cual el primer votante de una cadena vota con un sobre invalido y se lleva el original firmado y sellado por las autoridades de mesa, luego en el exterior del recinto de votación se entrega el sobre valido sellado y cerrado con la boleta partidaria adentro, y se le paga al cliente político por ir a votar con ese sobre y traer a cambio de dinero un sobre valido y sellado abierto al puntero para que repita la operación con los siguientes clientes y durante toda la jornada, una variante de esto es el voto marcado, cuya práctica es similar.

Como el peronismo se enfrenta a la posibilidad de que dichas prácticas caigan en desuso con el nuevo sistema de votación de Boleta Unica Papel, han sacado a relucir toda una batería de argumentos falaces o fácilmente refutables para sostener el arcaico y anacrónico sistema de votación actual. Muchos de los diputados de Juntos y otras fuerzas políticas al tomar la palabra durante el debate en el Congreso lejos de intentar falsear dichos argumentos vertidos por el kirchnerismo, se limitaban a enumerar las consabidas bondades del nuevo sistema de votación. Nosotros queremos dar un paso más allá, y buscar razones para deslegitimar las críticas del kirchnerismo contra el antedicho proyecto de ley.

Una de las críticas más sonadas e insistentemente repetidas durante el debate fue que en el nuevo modelo, en la papeleta única de votación, el ciudadano al momento de votar solo podría ver las fotos de los dos primeros candidatos de la lista partidaria, y los nombres completos de los primeros cinco integrantes de dicha lista. Para solucionar este problema el proyecto de ley contempla en su articulado que es obligatorio colocar en los cuartos oscuros de votación unas fichetas visibles donde estén presentes los nombres de todos los candidatos de todas las listas, del primero al último, por lo que el votante no podrá contemplar los nombres en la boleta única papel, pero si podrá verlos en el mismo cuarto oscuro; por lo que concluimos que es completamente falsa la afirmación kirchnerista de que quien vota no podrá saber quién es el sexto o decimo candidato de tal o cual lista.
Dicho sea de paso, y ampliando el tema, apelando a una pequeña dosis de incorrección política, cabe preguntarse, ¿qué sentido tiene esperar hasta el último minuto previo a votar para averiguar en el mismísimo cuarto oscuro, sea dándole lectura a la boleta partidaria kilométrica actual o a la futura ficheta, quienes son los candidatos?, como si el nombre del anónimos y abstractos candidatos, como el número 23, llamado “Andrés Héctor García Frulepe” o el del candidato número 27 llamado “Dionisio López Somoza” podría llegarnos a ser útil para determinar nuestro voto en la última instancia del comicio. Hoy en la era de la información, quien desee genuinamente averiguar quiénes componen una lista partidaria, probablemente debería con la anticipación suficiente buscar la lista completa en las páginas oficiales del partido, y googlear tranquilo en su casa las biografías de los candidatos, si desea conocerlas previo a determinar su voto, práctica que sería muy valorable pero obviamente es poco habitual por el enorme tiempo que demandaría.

Asimismo se critica el proyecto de ley argumentando que la boleta única papel es inconveniente y poco practica para contener dentro de una sola hoja toda la oferta electoral disponible. Es cierto que es técnicamente dificultoso meter todos los partidos dentro de una boleta, ya que en los últimos años se experimentó una inflación en el número de partidos políticos, que proliferan por montones elección tras elección, ya que los requisitos para crearlos son muy permisivos y laxos; el más complicado suele ser recolectar las firmas del 0,4% de los electores inscriptos en el padrón, lo que es una cantidad bastante chica para crear un partido político. El resultado de un piso tan accesible para crear nuevas personerías partidarias es que aparecen de a decenas pequeños partidos que en general no sacan ni siquiera el número de firmas que requerían para ser constituidos, esto quiere decir, que en las elecciones los vota en ocasiones menos del 0,3% o 0,2% del padrón electoral, lo que nos lleva a la conclusión obligada: el problema no es la boleta única papel que no los puede contener cuando aparecen partidos por decenas, sino el régimen laxo de creación de partidos políticos que debe ser reformado con criterios excluyentes de opciones vacuas y no representativas, que no pasan de testimoniales o resultan meras plataformas para negociar ingresar a frentes o coaliciones más grandes a cambio de un carguito o dos.

Por último, hago mención especial al argumento más falaz de la historia, según el cual la boleta única papel es más costosa que la boleta partidaria, cosa indemostrable completamente, imposible salvo que haya corrupción explicita. Es incomprensible como imprimir una boleta única puede ser más costoso que inundar las ciudades de todo el país con larguísimas boletas que nadie va a usar el día de la votación, ya que se estima que en el actual sistema se imprimen 32 boletas por cada voto válido emitido, algo completamente antieconómico y antiecológico. 

Ernesto Nicolás Mazzucco..

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