Hacia fines de agosto del año pasado un temporal que se abatió sobre la ciudad provocó fuertes daños en el quincho del Hogar de Ancianos Domingo Goñi, lugar que los abuelos internados en ese hogar utilizaban para esparcimiento, jugar a las bochas, socializar, tejer, charlar. Era su lugar, el living de una casa de familia, la sala de estar, el lugar de encuentro.
El techo y el cielorraso de ese quincho sufrieron daños de tal magnitud que el lugar dejó de usarse.
La cooperadora, de manera inmediata, gastó mucho dinero para arreglar el techo y el municipio se comprometió a cambiar y/o arreglar el cielorraso.
Pero pasaron 10 meses y nada se hizo, los abuelos siguen sin poder usar “su” lugar.
El municipio gasta dinero en otras cosas que, por lo menos, son discutibles en cuanto a su oportunidad, pero no es capaz de invertir dinero en este arreglo tan necesario.
Ojalá pronto lo arreglen, es muy injusto que se castigue con demoras y excusas a nuestros queridos abuelos
