La rosca de los almuerzos, el chat y la interna: siete datos de la cumbre peronista

El peronismo se movilizó este sábado al auditorio Ángel Bustelo de Mendoza para comenzar a debatir de cara al 2023.
La rosca de los almuerzos, el chat y la interna: siete datos de la cumbre peronista

Este es el peronismo, el que está pero también el que no está, se escuchó en una de las charlas en el Auditorio Bustelo donde el PJ mendocino convocó a una multitud con algunos referentes nacionales. El foro evidenció no sólo las fragmentaciones que se han dado en los últimos años, sino además las tensiones que marcaron los meses más recientes entre cristinistas y albertistas. Y, por supuesto, las disidencias locales en torno a la conducción de Anabel Fernández Sagasti.

 

Le bajaron el precio
 

La organización en un primer momento había difundido una convocatoria fuerte de presencias en Mendoza. Finalmente, sólo llegaron dos. Uno propio, como Wado de Pedro, y otro que no comulga con el Frente de Todos, el salteño Juan Manuel Urtubey, que de moderado pasó a elevar la voz y dijo de todo porque jugaba de visitante. Por ello, algunos terminaron bajándole el precio a la convocatoria e incluso hasta en algunos de los almuerzos que hubo posteriormente un dirigente nacional casi mostró su arrepentimiento de haber venido. Para los organizadores, en tanto, fue un éxito, dado que desbordaron el Bustelo y que servirá como disparador de la discusión hacia los departamentos. Irónicamente, un dirigente alejado del kirchnerismo puntualizó cuando varias de las figuras prometidas finalmente se verían en la pantalla: "Es el peronismo por streamming". Con todo, es el segundo encuentro en dos semanas donde el PJ toma como base a Mendoza.

 

El peronismo a la carta
 

Durante años, el modelo puntano de gobierno fue tomado como ejemplo en Mendoza, entre otras, cosas por su capacidad para construir casas, las autopistas o el wifi público. Eso permitió en algún momento que el propio Adolfo Rodríguez Saá fuera el candidato más votado en alguna elección en esta provincia. Y el ex gobernador de San Luis hizo gala de aquel modelo de gestión por el que llevan varias décadas en el poder, junto con su hermano Alberto, pero que en los más recientes procesos electorales ya se le ven las costuras por el desgaste mismo.

Hoy el modelo que ve la dirigencia mendocina migró a San Juan y es por el desarrollo de la minería, con el proyecto de Josemaría como bandera y con el cual el gobierno vecino señaló que comienza "la era del cobre". Se trata de la inversión más importante del país en materia minera con $4000 millones de dólares. Sergio Uñac, uno de los pocos gobernadores peronistas mejor vistos a nivel nacional, se metió en el debate local y pidió salir de las antinomias en un momento en el cambio de la matriz productiva vuelve a tener centralidad en Mendoza impulsado, entre otros, por el intendente radical de Malargüe, Juan Manuel Ojeda, con guiño de Rodolfo Suarez.

 

Ay, ese cierre
 

Hay una cuestión que no se entendió respecto a la organización y es por qué se dio el cierre a José Mayans, en lugar de a un ministro del gabinete nacional. El senador formoseño hizo gala de una oratoria con lujos, puesto que empezó con el Martín Fierro y llegó hasta la Biblia en su interpretación de la doctrina peronista, ante un auditorio que lo tenía de todo como en botica pero con fuerte presencia del progresismo ubicado en la juventud camporista. Incluso, alguien se preguntó justo cómo le iban a dar el cierre a un peronista de la provincia más cuestionada, como la de Gildo Insfrán.

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Alberto conducción
 

Si algo hay que destacar de la organización es que se les otorgó a los invitados la licencia para lanzar todo tipo de críticas. Urtubey no se guardó nada, Hugo Yasky de la CTA dijo lo suyo, Juliana Di Tullio sacó a relucir su bate verbal contra todo tipo de poder, pero uno de los que dio el discurso más duro fue Alexander Roig, del Movimiento Evita, actual presidente del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social, que pasó desapercibido para los cronistas locales puesto que no es una figura de peso. En lo central, el mensaje de Roig apuntó a revalidar la unidad del movimiento bajo la alicaída conducción de Alberto Fernández.

 

El chat caliente
 

Precisamente el Movimiento Evita tuvo amplio despliegue y muchos se quedaron afuera, pero sus dirigentes lograron estar en la primera fila. Un día antes, en un chat de WhatsApp, desde esta agrupación ya había advertido que el encuentro "no define ninguna candidatura" y que si algún sector quería utilizar el foro peronista para empoderar a alguna figura "no sólo se equivocará, sino que cosechará más reacciones negativas hacia adentro". Además apelaron a que "debemos resolver nuestras diferencias puertas adentro" y remarcaron que "no sobra nadie". La mira está puesta en las elecciones de 2023, pero también dejaron en claro que el peronismo local "tiene que entender que la economía popular vino para quedarse y que junto con la economía social pueden constituir un andarivel de una matriz de crecimiento en Argentina y en Mendoza".

 

Lengua karateca
 

Si hay algo que quedó claro también fue que no se ocultaron las diferencias existentes. Lo dejó claro De Pedro cuando señaló que en el oficialismo hay una discusión permanente sobre la inflación. Y más contundente fue la cristinista Juliana Di Tullio que avanzó con una idea temida por cualquier empresario al señalar que quiere órganos de control estatales para los precios, no sólo de los alimentos sino de otros rubros como el de la energía. "Estoy proponiendo varias empresas estatales, no sólo de alimentos, para controlar las discrecionalidades, el poder no te pide permiso, no es amable y el poder no es el gobierno", apuntó. Ahí quedó flotando el cuestionamiento hacia la figura de Alberto Fernández, que en Europa ofreció a Emmanuel Macron a la Argentina como granero del mundo ante la guerra en Ucrania. "No es sólo generar alimentos para todo el mundo, ¿Y los nuestros? El precio internacional tensionado por la guerra no tengo por qué pagarlo yo", remarcó Di Tullio.

 

La rosca de los almuerzos
 

Hubo dos almuerzos, uno llamado "oficial" y otro el disidente. Sobre el primero, al menos, hay dos versiones. Uno indica que no hubo tal almuerzo y que sólo se hizo un ágape detrás del escenario al término del encuentro porque todos tenían vuelo para volver a sus provincias. La otra versión es que luego los invitados se fueron al Arena Maipú.

A su vez, la militancia de Urtubey no terminó en el Bustelo, sino que posteriormente se reunió con algunos referentes hoy parados en el antikirchnerismo, como los hermanos Martínez que le discuten el poder a La Cámpora en Godoy Cruz. También el senador Rafael Moyano, crítico de la conducción del PJ a manos del cristinismo, y el médido Alejandro Silvestrini. Los hermanos Félix mandaron enviados pero tuvieron otro gesto más importante: prestaron el lugar de reunión, una casa en la Quinta Sección.

En ese último almuerzo, Urtubey habló del panorama nacional hacia las elecciones del próximo año. Por lo que pudo reconstruirse, el ex gobernador salteño quiere que las diferencias en el peronismo se solucionen y contengan con una gran PASO que los contenga a todos. En ese armado, también está el gobernador cordobés Juan Schiaretti, con quien se armó semanas atrás una reunión en una casa que Urtubey tiene en San Isidro para armar una tercera vía donde también están el gobernador radical Gerardo Morales y hasta Emilio Monzó, del PRO. Lo que quedó palpable en esta charla en Mendoza fue ya no las críticas a la grieta, sino la preocupación cada vez más creciente sobre hacia dónde se canaliza la bronca y el malhumor social.

Más tarde, el esposo de la actriz Isabel Macedo se juntó con el diputado provincial José María Videla Sáenz. El presidente del Partido Renovador y aliado de Cambia Mendoza viene teniendo bastante actividad en los últimos meses, puesto que también se reunió con Javier Milei. En este caso, en el restaurant del Park Hyatt, hablaron también del contexto nacional. Según dijeron allegados del ex demócrata, con Urtubey se conocen desde hace más de 15 años.

Pero no fueron esos los dos únicos almuerzos post cumbre. Hubo un tercero, más privado. Ocurrió en el oeste capitalino, más precisamente en uno de los nuevos restaurantes ubicados junto al barrio Dalvian. En esa mesa se sentaron Sergio Uñac y un ex funcionario de Celso Jaque, Raúl "Perruco" Leiva. El ex asesor de la gobernación hoy es un operador político del gobernador vecino en Mendoza. (Maxi Quinteros . El Sol)

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